México, el país con el mayor número de asesinatos en 2021, registró una caída notable, ya que pasó de 54 homicidios en 2021 a 31 en 2022. Al menos 16 de las personas asesinadas eran indígenas, mientras que 4 eran abogados. No obstante, la situación general en el país no dejó de ser alarmante para las personas defensoras de agua, tierra y medioambiente, y las agresiones sin consecuencias mortales -entre ellas intimidación, amenazas, desplazamiento forzoso, acoso y criminalización- siguieron dificultando su trabajo, según el informe "Siempre en pie: personas defensoras de la tierra y el medio ambiente al frente de la crisis climática", publicado por Global Witness en este septiembre, que documenta y denuncia oleadas de amenazas, violencia y asesinatos de éste tipo por todo el planeta.
En el mundo, en 2022, al menos 177 personas defensoras perdieron la vida por proteger el planeta, con lo que el total de homicidios cometidos desde 2012 -año en que Global Witness inició sus análisis- asciende a 1.910.
Al menos, 1.390 de ellos tuvieron lugar entre la aprobación del Acuerdo de París -12 de diciembre de 2015-, y el 31 de diciembre de 2022.
Como promedio, en 2022 se asesinó a una persona defensora cada dos días, al igual que ocurrió en 2021.
Si bien la cifra total del año pasado es ligeramente inferior a la de 2021 -cuando se registró 200 asesinatos-, la situación no ha mejorado sustancialmente.
El agravamiento de la crisis climática y la creciente demanda de productos agrícolas, combustibles y minerales no harán sino intensificar la presión sobre el medioambiente y sobre quienes arriesgan su vida para defenderlo.
Para silenciar a las personas defensoras cada vez es más frecuente el uso de estrategias no letales, como la criminalización, el acoso y los ataques digitales.
La situación en América Latina sigue siendo especialmente preocupante.
En 2022, en esta región del continente se produjo el 88 % de los asesinatos registrados en todo el mundo.
Colombia encabeza la clasificación mundial con 60 asesinatos. En Brasil perdieron la vida 34 personas defensoras. México tuvo una caída notable en el número de homicidios pero la situación sigue alarmante. En Honduras, las agresiones mortales contra personas defensoras plantean un grave problema; hubo 14 asesinatos.
Global Witness documentó 16 homicidios en Asia, 11 de los cuales se produjeron en Filipinas, el país que ha encabezado la clasificación de esta región de 2012 a 2022.
Sigue siendo difícil especificar las causas exactas que provocaron los asesinatos e incluso vincularlos a sectores concretos.
Sin embargo, "podríamos establecer una conexión entre diez homicidios sucedidos en 2022 -la mitad de ellos en México- y la agroindustria, lo que pone a este por delante de cualquier otro sector".
La minería estuvo ligada a ocho casos y la explotación forestal a cuatro.
Estas tres industrias contribuyen, además, en gran medida a las emisiones mundiales de carbono.
Las mujeres defensoras sufrieron el 11 % del total de ataques mortales. Si bien a primera vista esta cifra puede parecer un porcentaje relativamente bajo, esconde una realidad compleja. Son muchas las formas de violencia de género que sufren las mujeres, desde agresiones sexuales hasta rechazo de sus familias y comunidades. Por tanto, las defensoras se exponen a ataques desde dos frentes: además de ser víctimas de agresiones por su activismo, también se enfrentan a violaciones de los derechos humanos por motivos de género.
Más de un tercio -36 %- de las personas defensoras asesinadas eran indígenas, y el 7 % afrodescendientes. Más de una quinta parte -22 %- se dedicaba a la agricultura a pequeña escala. Todas dependían de sus tierras y recursos naturales para vivir.
Algunas ni siquiera eran el objetivo de los ataques, sino que simplemente se encontraban en ese instante con la persona defensora a la que se quería asesinar.
Esto ilustra la repercusión adicional que tienen los ataques sobre las familias y las comunidades.
Entre las personas asesinadas en 2022 figuran también agentes estatales, manifestantes, guardias de parques, juristas y periodistas cuyo nexo común era su compromiso de defender sus derechos y garantizar el buen estado del planeta.
En 2022, se asesinó a al menos cinco personas menores de edad, tres eb Brasil, uno en Colombia y otro en México.
"Tambiém estamos asistiendo a un nuevo patrón de homicidios en la Amazonia, ya que en 2022 murieron allí 39 personas defensoras. De ellas, 11 procedían de comunidades indígenas".
Cifras especialmente trágicas en el contexto del agravamiento de la emergencia climática: proteger la Amazonia es una de las acciones más urgentes a emprender para evitar peores consecuencias de la crisis que afronta el planeta.
Y si bien, se reconoce más el papel que desempeñan en la protección de los bosques del mundo los pueblos indígenas, sigue sin brindárseles protección y sin incluirlos en la toma de decisiones.