Aunque la inflación interanual cayó en abril al 8.7 % frente al 10.1 % de marzo, el descenso fue menor de lo esperado por el mercado. (ARCHIVO)
La persistente inflación y la perspectiva de nuevas subidas de los tipos han disparado la deuda británica a niveles inéditos desde octubre, cuando la radical reducción de impuestos anunciada por la ex primera ministra Liz Truss provocó una crisis de confianza en la economía del Reino Unido.
El rendimiento del bono británico a diez años se situaba este viernes en un 4.374 %, su mayor nivel desde mediados de octubre, cuando llegó al 4.63 %, mientras que el bono a dos años escalaba a un 4.558 %.
Aunque la inflación interanual cayó en abril al 8.7 % frente al 10.1 % de marzo, el descenso fue menor de lo esperado por el mercado y la tasa se mantiene muy por encima del objetivo del 2 % del Banco de Inglaterra.
Los analistas temen que se enroque la inflación subyacente, una métrica que excluye elementos estacionales y volátiles y que aumentó del 6.2 % al 6.8 % el mes pasado, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).
La inflación de los alimentos se mantuvo a su vez en un 19.1 % tras un 19.2 % en marzo, cerca del pico en los últimos 45 años.
Esa fuerte subida de la inflación subyacente ha llevado a los mercados a prever un incremento de los tipos por parte del banco central británico de hasta cien puntos básicos, del actual 4.5 hasta un 5.5 %.