Como una reflexión bonita, lo definió el Vicario General. (ARCHIVO)
Como una reflexión bonita, en la que el Papa Francisco invita a valorar lo que es la bendición de Dios, es como define el Vicario General de la Diócesis de Torreón, José Luis Escamilla,sobre la declaración Fiducia Supplicans, con el que se pone fin al tema de las bendiciones a las parejas del mismo sexo.
Lo anterior, luego de que el Vaticano aceptara la "posibilidad de bendecir" a parejas "en situación irregular" o del mismo sexo sin equipararlas al matrimonio y, por ello, no ofrecerá un ritual preciso ni se impartirá a personas vestidas de boda.
“Ese documento que manda el Papa es una reflexión muy bonita que nos invita a valorar lo que es la bendición de Dios que nos a sus hijos, a todos sus hijos, y lo que es también la bendición que podamos dar nosotros como sacerdotes, una práctica muy común que los feligreses buscan que les demos la bendición y una práctica familiar”.
Pero pide que no se preste a una confusión.
“Lo que está claro el documento, que no se preste a confusión en lo que es el sacramento como una práctica milenaria, atendiendo al designo de Dios, el sacramento del matrimonio que es la unión de un hombre y una mujer que reciben la bendición para colaborar en la procreación”.
Y aclaró también que la bendición es un derecho de todo feligrés y una obligación de los sacerdotes de darla.
“Una bendición se puede dar a todas las personas que se acerquen a pedirla, que ya la damos en muchas iglesias. Los feligreses al terminar la misa se acercan al padre”.
E insistió: Una bendición se les pueda dar siempre que nosotros (sacerdotes) cuidemos que no haya confusión que se preste al sacramento, ahí mismo en dice, que no vaya con vestido, trajes, como novios… Puede ser en la calle”.