Doble festejo en Día del Padre

Este domingo, Matías celebrará al doble el Día del Padre. Paulo y Eduardo son sus padres, quienes pronto formalizarán su unión por lo civil.

El joven ahora de 12 años, es hijo biológico de Eduardo, quien desde que tenía un año de edad, se ha hecho cargo totalmente de su hijo, luego de que su madre se mudara a otra ciudad. Hace siete años, llegó a sus vidas Paulo, quien también ha tomado el rol de papá, con las mismas preocupaciones que cualquier padre de familia.

Eduardo compartió que tras la separación con su madre, su hijo comenzó a asistir a terapia psicológica, lo que le ayudó a recibir a la pareja de su padre.

"Él estaba en terapia para poder sobrellevar el suceso, entonces cuando llegó Paulo a mi vida, lo recibió bien. Paulo ha sido muy abierto a la situación, y desde muy temprano en la relación, él lo empezó a ver como una figura paterna. Paulo empezó a tomar ese rol también, siempre muy atento a lo que necesitara, pendiente de lo que sentía el niño y pues fue haciendo su relación con él".

En estos años en los que se han convertido en una familia de tres, aseguran que no han recibido discriminación, aunque en una ocasión, solo un comentario por parte de un compañero de escuela de su hijo.

"No hemos encontrado obstáculos porque al principio los niños lo veían como muy divertido tener dos papás. Creían que era pura diversión y que tener dos papás era superdivertido, jugando; los varios eventos que tenía en la escuela y que íbamos los dos, se notaban como intrigados a conocernos", compartió Paulo.

Y es que considera que hoy en día, gran parte de los niños son más abiertos, así como sus padres. "Porque me ha tocado que cuando voy al colegio y le preguntan, ¿él quién es?, y ven a Lalo, sí mi papá. Tienes dos papás, y le dicen, 'a ok'. Los compañeros y amigos le comentan que tiene dos papás, pero los papás nunca nos han hecho ningún comentario. Él incluso ha ido a casa de compañeros, y amigos, de todo, creo que en su clase hay una niña en una situación similar", dijo Paulo.

Aunque recordó que en una ocasión un niño le hizo un comentario sobre que tenía dos papás gays en tono ofensivo, lo que Matías no lo tomó como tal y solo le pidió no hacer ese tipo de comentarios.

Uno de los obstáculos a los que se pudieron haber enfrentado, son más de tipo administrativo. Es decir, cuando le ha tocado a Paulo llevar al médico o al hospital a Matías, al momento de preguntarle el parentesco y decir que es el padre, y al no coincidir los apellidos, entra el conflicto.

Paulo y Eduardo el próximo septiembre se convertirán en esposos ante la ley luego de siete años de relación. Aunque Paulo ha mostrado interés en adoptarlo, a fin de asegurar el bienestar de su hijo en todos los sentidos, ha sido un tema que no han abordado, pero que aseguran lo harán en breve.

Ambos comentaron que también han analizado la idea de rentar un vientre para tener otro hijo, sin embargo con los gastos de la boda, es un proyecto a largo plazo.

Adoptar también pudiera estar entre sus planes, aunque consideran que los trámites son tardados, hecho que desanima a las parejas a hacerlo, aunque reconoce que es triste, sobre todo por los niños que esperan la oportunidad de tener una nueva familia.

"De hecho, sí me gustaría tener otro niño de Paulo, una opción sería un vientre subrogado. Ahorita con los gastos que tenemos de la boda y de la casa, tenemos que tener un plan para ese proyecto porque sí es costoso. Sí hemos investigado y sí es posible en México, creo que en Monterrey, Guadalajara, como es nuevo, es costoso, serían como 700 mil pesos", explicó Eduardo.

Sobre la adopción, dijo: "no hemos checado, sé que es muy difícil, sería más fácil el vientre subrogado. Incluso una adopción para personas heterosexuales es difícil, se llevan años que les entreguen, más fácil que juntemos para tener un niño en 9 meses. Es triste de verdad".

Para el día del Padre, que es este domingo 18, el correspondiente al tercer domingo del mes, tienen preparado celebrarlo, más al estilo de la familia de Paulo, en donde se reúnen para festejar a los papás de la familia. Mientras que en casa de Eduardo, se celebra de una forma más tranquila, ya que solo cuenta con su abuelo tras fallecer su papá.

En cuanto a Matías, es él quien se encuentra siempre en "aprietos", pues debe entregar dos regalos que realiza en la escuela, el cual comparte por partes iguales.

"Sí batalla en la escuela, porque cuando hace regalos para los papás, tiene que hacer doble, cuando la escuela da materiales para uno. Lo divide", cuenta Eduardo.

Por otra parte, la familia que han conformado Paulo, Eduardo y Matías, no es tan común, pero aseguran que las preocupaciones son las mismas y la formación es exactamente igual que la de una familia tradicional.

Es por eso, que piden a la sociedad más conciencia, apertura y sobre todo respeto.

"Yo diría que fueran más abiertos, no discriminen a las personas. Los niños de las parejas homoparentales crecen exactamente igual, tienen la misma rutina, los padres tenemos las mismas preocupaciones como cualquier familia, siempre estamos encaminados de que el niño crezca de la mejor manera", recalcó Eduardo.

Mientras que Paulo pide informarse bien y alejarse de noticias amarillistas que se hacen sobre las parejas homoparentales: "Pediría más apertura, más conciencia y más respeto".