(ARCHIVO)
“Si en diciembre no aumentaron las ventas ahorita menos”, dijo el representante de la Unión de Vinateros del municipio de Francisco I. Madero, Filiberto Botello quien lo atribuyó a que ya no hay vida nocturna, pues tras la pandemia las personas se acostumbraron a comprar las bebidas y quedarse en sus casas, además de que cada vez son más los permisos que se otorgan para la apertura de expendios.
La asociación agrupa a 18 restaurantes bar y cantinas y reiteró que no se han podido reponer de las afectaciones que originó la pandemia por el COVID-19, incluso hay compañeros que analizan deshacerse de los negocios y establecer otros giros, pues cada es complicado sostenerlos, pues los costos de los servicios aumentan y las ganancias no.
“Durante el día los negocios no reportan gente y cuando hay un poquito más es por la noche, pero no gran cosa y no es por ser llorones, pero la gente difícilmente sale a divertirse a los bares, ya lo hacen en su casa y eso nos afecta a nosotros además de qué se han entregado muchos permisos para los expendios y como que la gente se quedó acostumbrada a eso por el peligro que había con el tema del COVID”.
Dijo que los que todavía se mantienen es porque prescindieron del personal y tomaron otras medidas para reducir los gastos para subsistir.
“Antes se contrataban mínimo dos personas, algunos más, dependiendo el negocio porque algunos son restauran-bar, pero desde la pandemia se tuvo que prescindir del personal y ahora lo atendemos los que somos dueños del negocio, es como estamos tratando de subsistir para evitar cerrar, por que a parte ya es mucha competencia se han entregado muchas concesiones” insistió.