El accidente ocurrió alrededor de las 3:30 de la madrugada del sábado en la intersección de las avenidas Allende y Mariano López Ortiz, en el sector Centro de Torreón. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Cuatro lesionados y daños materiales estimados en 108 mil pesos fue el saldo que dejó un accidente protagonizado por un ebrio conductor durante la madrugada del sábado en Torreón.
El probable responsable del accidente ha sido identificado como Jesús Alejandro, de 20 años, conductor de una camioneta Ford F150 color gris, modelo 2011. Los afectados son Julio César, de 50 años, conductor de una camioneta Jac Sei 4 color gris, modelo 2003; un Datsun vagoneta gris, modelo 1998, estacionado; un Ford Fiesta blanco, modelo 2013, también estacionado, y un Seat Ibiza azul, modelo 2020, también estacionado.
El accidente ocurrió alrededor de las 3:30 de la madrugada del sábado en la intersección de las avenidas Allende y Mariano López Ortiz, en el sector Centro de Torreón.
Se detalló que el conductor de la camioneta Ford circulaba a exceso de velocidad y en estado de ebriedad por la avenida Allende. Al llegar a la intersección con la avenida Mariano López Ortiz, impactó frontalmente el costado delantero derecho de la camioneta Jac, empujándola contra los vehículos estacionados en la misma avenida Allende. El conductor perdió el control y terminó chocando contra la banqueta, derribando varias barras de protección metálicas en su trayecto.
En el choque, los cuatro pasajeros de la camioneta Jac resultaron lesionados, pero fueron atendidos por paramédicos de Cruz Roja y ninguno presentó heridas graves que requirieran su traslado a un hospital. El conductor de la camioneta Ford fue asegurado en el lugar por agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal y puesto a disposición del Ministerio Público por su responsabilidad en el accidente y por conducir bajo los efectos del alcohol.
Los peritos realizaron el croquis correspondiente y ordenaron el retiro de las unidades involucradas en el accidente de la vialidad. Dichos vehículos fueron llevados a las instalaciones del corralón oficial, donde permanecerán bajo resguardo hasta que el responsable cumpla con el pago de los daños materiales causados, así como las multas impuestas.