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Ecuador descartó un caso sospechoso de gripe aviar en el archipiélago de Galápagos, situado a unos mil kilómetros de las costas continentales del país andino, y mantiene los controles, que se reforzaron tras los casos reportados en lobos marinos en Perú.
"La principal amenaza con la gripe aviar en Galápagos es que nuestras especies, en su mayoría, son silvestres. El albatro va y viene de Perú, los lobos marinos, en menor proporción, van y vienen de Perú", dijo el ministro ecuatoriano de Ambiente, Agua y Transición Ecológica, Gustavo Manrique.
Recordó que han creado "unos círculos concéntricos de protección y, sobre todo, de vigilancia para, ante determinadas conductas de animales que podamos ver, llevarlos a la Agencia de Bioseguridad y Cuarentena de Galápagos (ABG) para tomar medidas".
Y en esa línea, Manrique puntualizó que un examen realizado a un ave "salió negativo".
Según el Ministerio, a partir del primer caso de influenza aviar, en aves domésticas, reportado a finales de 2022 en Ecuador, se activó un plan de acción con cero casos en Galápagos.