La prueba no incluía encender los propulsores, por lo que el cohete permaneció firme en la plataforma de lanzamiento. (X)
El nuevo cohete europeo Ariane 6 superó con éxito un importante ensayo a escala real como preparación para su primer vuelo, que incluía una cuenta atrás completa de lanzamiento y el encendido durante siete minutos del motor de la etapa central, el Vulcain 2.1.
El de hoy fue uno de los test clave a los que se debe someter el cohete para lograr la certificación que le permita realizar su primer vuelo, para el que aún no hay fecha, pero que se espera que pueda ser el año que viene.
La prueba, retransmitida en directo en la página web de la Agencia Espacial Europea (ESA), se realizó en el puerto espacial europeo de Kurú (Guayana Francesa) y se desarrolló como se dispararía un lanzamiento al espacio, aunque el cohete no se movió de su sitio.
Ahora los equipos tendrán que analizar los datos proporcionados por 800 sensores alrededor del cohete.
El director general de la ESA, Josef Aschbacher, señaló poco después que "este ensayo histórico llega tras años de diseño, planificación, preparación, construcción y duro trabajo de algunos de los mejores ingenieros espaciales de Europa”.
Además, se vuelve a estar “en el buen camino para garantizar el acceso autónomo de Europa al espacio”, dijo en un comunicado de la ESA.
El ensayo debía empezar a las 20.00 hora GMT, pero cuando faltaban 2 minutos y 42 segundos, el reloj se puso en pausa y el cohete en modo de espera seguro.
La causa de la pausa, que se prolongó casi 40 minutos, fue una anomalía “leve” debido a una presión “ligeramente diferente” de lo esperado en un circuito de helio, que fue corregida, según señaló la ESA en sus redes sociales.
La cuenta atrás llegó a cero a las 20.44 hora GMT y el motor Vulcani 2.1 permaneció en funcionamiento estabilizado durante siete minutos. De esta manera se reprodujo cómo se encenderá la etapa principal de Ariane 6 durante un vuelo normal al espacio.
La prueba no incluía encender los propulsores, por lo que el cohete permaneció firme en la plataforma de lanzamiento, pero de haber sido real, el Ariane 6 habría esto en órbita al final de la misma.
Este ensayo, con un modelo de cohete de prueba casi idéntico a un modelo de vuelo, fue el más largo hasta la fecha para el módulo inferior de propulsión líquida de Ariane 6 equipado con este motor.
Durante la prueba, Vulcain 2.1 quemó, según datos de la ESA, casi 150 toneladas de propulsante (oxígeno líquido e hidrógeno líquido) suministrado desde los tanques de la etapa principal del cohete Ariane 6.
El motor, de 3,7 metros de altura, 2,5 de diámetro y un peso de unas dos toneladas es una evolución del Vulcain 2 usado en el Ariane 5,
Su diseño es, sin embargo, simplificado e incorpora una nueva tecnología en la tobera, mientras que el sistema de ignición se ha trasladado del motor a la plataforma de lanzamiento para que la etapa central rinda más y cueste menos.
El presidente ejecutivo de ArianeGroupe, Martin Sion, agregó en un comunicado de la empresa que “probar con éxito una etapa de esta complejidad es una proeza industrial”.
El pasado julio ya se realizó una prueba de encendido similar, pero en la que solo estaba previsto que el motor funcionara durante cuatro segundos.
Aún queda un nuevo test, que se está preparando, de la etapa superior del cohete, prevista para diciembre de 2023.
Europa se encuentra ahora sin acceso directo al espacio, después de que acabara el programa del Ariane 5, que hizo su último vuelo el pasado julio, mientras Ariane 6 su sucesor como sistema de lanzamiento europeo de carga pesada lleva acumulados sucesivos retrasos.