
El papel de las emociones en la educación
El desarrollo de empatía y comunicación efectiva brindan las bases para desarrollar habilidades enfocadas al liderazgo y al éxito escolar. En tanto, la inteligencia interpersonal en menores se vuelve tan necesaria como aprender a escribir o hablar.
Según SciELO, hace tiempo que los niveles de estrés, ansiedad y fracaso escolar se detectan en niveles más elevados y en etapas educativas más tempranas. Esto va ligado con el aumento de responsabilidad, autonomía, carga de trabajo académico y la falta de habilidades de gestión emocional.
Aprender a interactuar con su entorno parte desde el propio entendimiento, es decir, la inteligencia intrapersonal. A través de ésta última, podrán conocerse, identificar sus debilidades y fortalezas para luego desarrollar la habilidad de entender a los demás, captar sus sentimientos, necesidades e intereses y valorarlos, es decir, la inteligencia interpersonal.
Los dos tipos constituyen a la inteligencia emocional (IE), la cual contribuye al buen desempeño académico y al bienestar social y mental de los alumnos. De esta manera, debe ser considerada tan importante como el coeficiente intelectual.
Impacto en el aprendizaje
La inteligencia emocional se encuentra ligada al éxito escolar debido a que concede mayor relevancia a la comprensión de contenidos por sobre la memorización dentro del aprendizaje.
Asimismo, las habilidades emocionales promueven los procesos mentales y contribuyen a la concentración y control del estrés. Esto abre camino a la auto-motivación, lo que les permite llevar a cabo de manera satisfactoria sus tareas y estudios.
Si desarrollan esta inteligencia, serán capaces de gestionar sentimientos como ansiedad y depresión. El uso de estrategias adecuadas para un control eficiente aumentará su autoestima y satisfacción por el propio trabajo y esfuerzo realizado.

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Con la pandemia los niños han manifestado más los sentimientos de miedo, ira y amor¿Cómo se logra?
Involucrarlo dentro del aprendizaje y desarrollo dará lugar a un mejor aprendizaje. La especialista Estrella Flores Carretero refiere para el Instituto Europeo de Inteligencias Eficientes que es posible ayudar a las y los pequeños a desarrollar la inteligencia emocional a través de distintas técnicas.
Reconocimiento y análisis de gestos faciales en el espejo. Darle nombre a los gestos permitirá un mejor identificación de las emociones. Se puede pedir al menor que observe su rostro a través del espejo y pronuncie el nombre completo de la emoción. Sobre esta misma línea, puede practicar leer las emociones de los demás.
Contar historias infantiles. Se trata de un vehículo de enseñanzas colectivas heredadas. Las fábulas pueden servir como herramienta para el desarrollo de la inteligencia emocional, para ello lea la fábula y al término pregunte la razón por la cual creen que los personajes externaron sus emociones de esa manera.
Animar a jugar en grupo con otros niños. Al comprenderse internamente, podrán ser más colaboradores, empáticos y colaborativos.
Estimular prácticas de movimiento libre. La kinestesia es ideal para estimular a los infantes. Ayuda preguntar sobre lo que está sintiendo en ese momento. Si se trata de un juego grupal, gane o pierda su equipo, permítale reconocer su frustración o entusiasmo. Asimismo, pida que le cuente sobre ello.
Apps. Existen aplicaciones tecnológicas que pueden contribuir con el desarrollo de la IE. El uso debe ser regular y ser considerado como un complemento.
Hogar, lugar seguro. Es necesario crear espacios de escucha e intercambio de ideas dentro del hogar. Permítales expresarse sin descartar sus opiniones o demeritarlas. Establezca un diaálogo siempre con escucha activa.
Respiración. Técnicas de este tipo ayuda a la canalización y control de la ira o estrés, incluso ataques de ansiedad.
Persistir. Se debe enseñar que no siempre se logran los objetivos o las situaciones ocurren como lo esperan. Para fortalecer su psique e impulsar una gran inteligencia emocional infantil basta con enseñarles el valor de la persistencia para aprender a gestionar la frustración.
Ven el ejemplo. Compartir actitudes empáticas y asertivas darán el ejemplo a las y los niños. Al ver las actitudes de forma normada, lograrán asimilar su desenvolvimiento psicosocial de manera natural.
Disciplina positiva. Este método de crianza permite a los menores sentirse escuchados y validados. No basados en la violencia.
Concientizar sobre las consecuencias. Frases como “porque yo lo digo” o “porque soy tu padre/madre” no fomentarán su desarrollo emocional. Es necesario explicarles de manera sencilla las razones por las cuales los límites son necesarios o por las que existen conductas que son inaceptables.