
ILUSTRACIÓN: JOSÉ DÍAZ
El asesinato de Francisco Villa causó gran hito en la sociedad lagunera, pues su relación con la Comarca ya tenía raíces profundas en ese entonces. Villa tomó Torreón en tres ocasiones: a finales de septiembre y principios de octubre de 1913, marzo de 1914 y diciembre de 1916. En cada una de estas batallas, para bien o para mal, dejó su huella en la región. A cien años de su muerte, algunos de los lugares en los que estuvo siguen en pie, otros han modificado su relieve con el tiempo y otros más han desaparecido.
Sobre este centenario luctuoso, el doctor Jesús Gerardo Sotomayor Garza, cronista oficial de Torreón, comentó que la ciudad se identifica con Villa porque este, además de las tomas que realizó, impulsó la colocación del Monumento a Benito Juárez en 1914, el cual hoy en día sigue en pie en la Plazuela Juárez, anexa a la Plaza Mayor.
"Francisco Villa le pidió al presidente que había impuesto, al ingeniero Andrés L. Farías, que construyera en el predio ese que desde 1907 se destinó para plaza, en esos terrenos de la Morelos, Matamoros, Galeana y Ramón Corona. Era puro polvo ahí, no había nada. Y eso dio margen a que se iniciara la Plazuela Juárez".
El cronista aseguró que Villa puso también la primera piedra para el Puente del Río Nazas. "Que no se llevaron las obras de inmediato, pero tiene mucha identidad, mucha identificación con los torreonenses y La Laguna en general".
Además, afirmó que Torreón reconoce en el caudillo a uno de los principales líderes de la Revolución y destacó sus tácticas militares, ejemplificando una de las tantas que efectuó durante la toma de 1913:
"Estaban sus tropas en Gómez Palacio y les amarró una vara de gobernadora a todos sus caballos, para que cuando corrieran levantaran mucho polvo. De tal manera, los federales que estaban aquí en Torreón, pensaron que eran miles de revolucionarios los que venían a tomar Torreón. Por eso huyeron".
Fue en esa misma toma, la de 1913, cuando el 29 de septiembre, días antes de adentrarse en Torreón se reunió con otros jefes revolucionarios en el comedor de la Hacienda de La Loma. En esa junta nació la División del Norte y Villa fue nombrado jefe de la misma por votación.
SU HUELLA EN OTROS POBLADOS
Otro poblado de La Laguna de Durango que tiene su huella es el ejido La Goma, al otro lado del río Nazas, pues pernoctó en su hacienda una noche antes de que se fundara la División del Norte. Torreón cayó por primera vez en manos de los villistas el 1 de octubre.
Pero en marzo de 1914, en Gómez Palacio, se daría una batalla mucho más épica contra las tropas del dictador Victoriano Huerta. La también llamada "Batalla de La Laguna" tuvo un encontronazo importante en el Cerro de la Pila, donde cientos de federales se encontraban atrincherados. El episodio es narrado por el periodista norteamericano John Reed en su libro México insurgente (1914). Vencer en este punto fue clave para que los villistas avanzaran de nuevo hacia Torreón.
Ese mismo año, Villa mandó colocar una placa conmemorativa de cantera en el recinto revolucionario de Gómez Palacio, ubicado en la calle Hidalgo, en honor a los mártires de la revolución que se levantaron en armas en 1910.
Como recuerdo de la batalla de 1914 y en referencia a lo que Villa significó para La Laguna, en 1980, el escultor duranguense Guillermo Salazar realizó el monumento en bronce dedicado al caudillo que hoy se ubica en la cima del Cerro de la Pila.
Respecto a la toma de 1916, esta ha sido menos comentada. Se conoce que en ese entonces Villa realizó una serie de desmanes como la quema de periódicos y de los archivos municipales.
Otros sitos de la región visitados por Villa en sus distintas tomas y que aún permanecen en pie son el Casino de La Laguna (donde en 1913 conoció a Juana Torres, una de sus esposas), el Hotel Salvador y el Hotel Francia.