(EFE)
Los logros deportivos de Fernanda Contreras en el 2022 podrían hacer pensar que fue un año perfecto para la tenista, sin embargo, desde el aspecto personal tuvo golpes fuertes.
"En redes sociales se ve un año de diversión, pero fue muy duro, perdí a uno de mis mejores amigos, perdí a mis dos abuelos, me enfermé de apendicitis, entonces fue un año con muchas cosas como el yin y el yang", relató la potosina en exclusiva para EL UNIVERSAL Deportes.
Contreras compartió que el claro ejemplo fue cuando clasificó al cuadro principal de Wimbledon porque el torneo donde también jugó su abuelo, Pancho Contreras, traería el último contacto entre ambos.
"Cuando califiqué le hablé por videollamada le dije 'abuelo, sí se pudo vamos a estar ahí', esa fue la última vez que me comuniqué con él, pero le pude dar ese regalo", recordó la raqueta tricolor.
Para la joven tenista el año que terminó fue como "una montaña rusa" a la que no le tiene nada que reprochar porque así valora más cada momento positivo y negativo.
"Estoy agradecida por ese año porque no sólo fueron ganancias, así que sin el sentir de la tristeza de una perdida no sientes el éxtasis de ganar", puntualizó.
Fernanda sólo se tiene un mensaje para empezar el 2023, "Sigue disfrutando, sigue dándole con todo, las cosas van caer si tienes fe, paciencia y juega el juego que te apasiona tanto".