El secretario de Salud, Roberto Bernal, aseguró que se queda satisfecho con el trabajo realizado durante la administración estatal. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A tres días de terminar su gestión, el secretario de Salud de Coahuila, Roberto Bernal Gómez, dijo que en la dependencia a su cargo "se hizo un muy buen trabajo", sobre todo en lo referente a la emergencia sanitaria por COVID-19 y la mortalidad por esta enfermedad, pues cuando México subió un 19 %, la entidad disminuyó un 17 %. "Con eso me doy por muy bien servido, salvamos vidas", declaró.
El funcionario destacó que se puso en marcha el acelerador lineal y tomógrafo del Centro Oncológico de la región Sureste, además de que bajó el número de embarazos adolescentes, se redujo en un 50 % la mortalidad materna y Coahuila se posicionó como el primer lugar en acceso a la salud.
"Nos distinguimos como el Estado modelo en atención a Urgencias, nos distinguimos por la atención a COVID, nos reconoció López-Gatell, me mandó llamar para que le dijera cuáles habían sido nuestras estrategias, en términos generales, les damos muy buenas cuentas. Yo me siento muy conforme, muy honrado muy haber participado en esta gestión y muy orgulloso de todo el trabajo que hicimos", detalló.
En La Laguna, uno de los pendientes que dejará Bernal Gómez será la atención a la infraestructura deficiente que tiene actualmente el Hospital General de Torreón. Los trabajos de mala calidad de las impermeabilizaciones provocaron que, en las más recientes lluvias, saliera de operaciones una sala de Tococirugía. Además, se observan daños en el techo de la clínica; se han caído plafones y hay bolsas de plástico negras para cubrir los huecos en distintas áreas.
Aunado a ello, el hospital sufrió cambios de directores y administradores y se distinguió por el "libertinaje" de permisos y licencias sindicales, que fueron en deterioro de la plantilla laboral y que impactaron negativamente en la atención a los usuarios.
Además, desde hace unas semanas, no hay reactivos para exámenes de laboratorio de pacientes que se atienden en la Consulta Externa por lo que ello dificulta que el personal médico pueda diagnosticar cuadros clínicos, planificar o evaluar tratamientos y controlar enfermedades. Extraoficialmente se pudo conocer que había reactivos mínimos pero que se estaban utilizando exclusivamente para aquellos pacientes que se encuentran hospitalizados.
Tampoco hay servicio de tomografía porque desde hace unos tres meses el equipo está descompuesto.