Los gobiernos de Coahuila y Durango adeudan cerca de 50 millones de pesos a constructoras locales por obras de gestiones anteriores. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Un total de 50 millones de pesos es el adeudo que tienen los gobiernos de Coahuila y Durango con empresas constructoras de la región lagunera, que corresponden a obras públicas realizadas en administraciones anteriores.
Donato Gutiérrez Gutiérrez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en la región Laguna, dijo que en Durango son cerca de 25 millones de pesos y se afecta a seis empresas, por obras realizadas en el OSPI (Obras y Servicios del Parque Industrial) de 2021, en la gestión del exgobernador José Rosas Aispuro Torres.
En el caso de Coahuila, señaló que se trata de una cifra similar, de 25 millones de pesos, que también afecta a entre seis y siete empresas, y que se trata de obras que se llevaron a cabo durante la administración de Rubén Moreira Valdez, quien actualmente funge como diputado federal del PRI.
Consideró que, en Durango, ha sido evidente que no existe problema con el recurso de la obra nueva, pero sí con la anterior.
"Es decir, no van a dejar de hacer obra nueva por meterle a lo viejo, a la deuda vieja", expresó Gutiérrez Gutiérrez. Indicó que están a la espera de que se concluyan los pagos a las constructoras en este sentido, por lo que se ha gestionado una reunión con Ana Rosa Hernández Rentería, secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas en el gobierno de Durango, para revisar cuál es la situación del saldo que quedó pendiente de la administración anterior, pues reiteró que "sí se ve que hay recurso pero para lo nuevo".
Comentó que este deberá ser uno de los temas que se toquen al interior del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), donde la CMIC es afiliada, así como la reanudación de las sesiones del comité del Impuesto Sobre Nóminas (ISN), que en Durango se incrementó en 1 por ciento más este año.
Gutiérrez Gutiérrez dijo que sus antecesores (presidentes) en CMIC han gestionado el pago de la deuda, en lo que corresponde a Coahuila, pero no se ha liquidado y ya sólo quedan dos meses del actual gobernador, Miguel Ángel Riquelme, esperan que exista alguna respuesta.
"La situación ha sido muy crítica para estas empresas, me están pidiendo gestionar una última reunión con el gobernador actual, antes de que salga, para ver cómo se le puede hacer, y también me están pidiendo gestionar una reunión con el gobernador electo (Manolo Jiménez Salinas) previendo que esta deuda va a pasar a otra administración", comentó.