(ESPECIAL)
El nuevo Congreso de Estados Unidos arranca sesiones el martes con el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aferrándose a su supervivencia política, ante la posibilidad de convertirse en el primer candidato a presidente de la cámara baja en 100 años que no consiga el apoyo inicial de sus propios copartidarios en una votación en la que habrá mucho en juego.
Los legisladores comienzan labores una nueva era de gobierno dividido tras perder los demócratas el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de medio mandato de noviembre pasado. Aunque el Senado sigue en manos demócratas, por muy poco, los republicanos de la Cámara de Representantes están ansiosos por confrontar la agenda del presidente Joe Biden tras dos años de monopolio del Partido Demócrata sobre el poder en Washington.
Pero primero, los republicanos de la cámara baja deben elegir a quién apoyarán como presidente de ese cuerpo legislativo.
McCarthy está en línea para reemplazar a la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, pero se dirige a una votación sin garantías de éxito. El republicano por California se enfrenta a detractores arraigados dentro de sus propias filas. A pesar de los intentos de engatusarlos, arengarlos y ganárselos —incluso con el respaldo del expresidente Donald Trump—, McCarthy se ha quedado corto de acumular suficiente respaldo político.
El enfrentamiento bien podría convertirse en una prolongada lucha en el pleno de la cámara baja, un espectáculo que divide al Partido Republicano, debilita su liderazgo y consume los primeros días del nuevo Congreso.
“Esto es mucho más importante que una sola persona”, declaró Doug Heye, exasistente principal del liderazgo republicano. “Se trata de si los republicanos podrán gobernar”.
Los republicanos de la cámara baja se reunieron a puertas cerradas por la mañana, antes de la sesión plenaria, mientras llegaban los legisladores recién elegidos para lo que tradicionalmente es un día de celebración. Los miembros del nuevo Congreso se preparaban para prestar juramento en la Cámara de Representantes y el Senado para iniciar la sesión legislativa de dos años.
Una nueva generación de republicanos alineados con Trump lidera la oposición a McCarthy, inspirados por el lema de campaña del expresidente “Make America Great Again” (Hagamos grande a Estados Unidos otra vez).
No creen que McCarthy sea lo suficientemente conservador o duro para luchar contra los demócratas. Es una reminiscencia de la última vez que los republicanos recuperaron la mayoría de la cámara baja, después de las elecciones legislativas de 2010, cuando la generación del movimiento conservador Tea Party marcó el comienzo de una nueva era de política de mano dura, enviando finalmente al presidente de la cámara, John Boehner, a una jubilación anticipada.