Singh, de 27 años, podría recibir hasta 75 años de prisión si no coopera plenamente, lo cual incluiría declarar en juicios eventuales. (ESPECIAL)
Un exdirectivo de la empresa de criptomonedas FTX se declaró culpable el martes de asociación ilícita y fraude electrónico como parte de un acuerdo para cooperar con los fiscales estadounidenses que arman su acusación contra el fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, en lo que las autoridades consideran uno de los fraudes más grandes de la historia.
Nishad Singh, exdirector de ingeniería de la empresa, es el tercero que se clara culpable en relación con el caso, dijeron los fiscales.
Singh, de 27 años, podría recibir hasta 75 años de prisión si no coopera plenamente, lo cual incluiría declarar en juicios eventuales.
La declaración de Singh “pone de relieve una vez más que los crímenes en FTX fueron de gran magnitud y consecuencias”, dijo el fiscal federal Damian Williams en un comunicado.
“Ellos remecieron nuestros mercados financieros con un fraude multimillonario. Y corrompieron nuestra política con decenas de millones de dólares en donaciones de campaña ilegales” utilizando dinero ajeno, dijo Williams. “Estos crímenes reclaman justicia rápida y certera, y eso es exactamente lo que buscamos en el Distrito Sur de Nueva York”.
La semana pasada, los fiscales agregaron nuevos cargos de fraude contra Bankman-Fried, quien se ha declarado inocente. Estos elevaron la condena de prisión que podría enfrentar Bankman-Fried de ser hallado culpable, de 115 a 155 años, y describen en detalle un fraude que el gobierno alega ocurrió de 2019 hasta noviembre de 2022.
Mientras aguarda el juicio, Bankman-Fried reside con sus padres en Palo Alto, California, bajo una fianza de 250 millones de dólares.
Se le acusa de robar miles de millones de dólares de depósitos de los clientes de FTX para sostener la empresa fundada por él, una bolsa de criptomonedas afiliada con el fondo especulativo de activos virtuales Alameda Research.
También se le acusa de financiar ilegalmente inversiones especulativas de riesgo y desviar depósitos de clientes a donaciones de beneficencia, además de gastar decenas de millones de dólares en donaciones ilegales de campaña a demócratas y republicanos en un intento de comprar influencia sobre la regulación de criptomonedas en Washington.