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Familiares de decenas de palestinos asesinados por fuerzas israelíes realizaron este sábado una vigilia en Yenín, una región del norte de Cisjordania ocupada bastión de milicias, para exigir que Israel les entregue los cadáveres, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
La manifestación se llevó a cabo en el poblado de Arraba, en la provincia de Yenín, frente a la casa de Jader Adnan, un miembro de la Yihad Islámica que murió el martes tras sucumbir a los padecimientos que le causó una huelga de hambre de 86 días, mientras estaba preso en una cárcel israelí.
Su muerte causó una escalada bélica durante dos días entre las milicias de la Franja de Gaza e Israel. Un palestino murió y otros cinco resultaron heridos por esta escalada, mientras que del lado israelí se registraron tres heridos.
Este sábado en Arraba, los manifestantes corearon eslóganes y ondearon pancartas exigiendo la entrega inmediata de los cadáveres de sus allegados, que las autoridades israelíes retienen en morgues o cementerios.
Israel retiene con frecuencia los cadáveres de palestinos que mueren por disparos de sus uniformados. Algunas veces, los cuerpos se devuelven a las familias mucho tiempo después para su entierro; otras, se retienen como represalia o para intercambiarlos por cuerpos de soldados israelíes retenidos por grupos milicianos.
Esta práctica, considerada una violación de los derechos humanos por el derecho internacional, se lleva a cabo con mucha frecuencia en Israel, que alega que los funerales propician incitación.
Israel retiene actualmente los cadáveres de más de 110 palestinos que murieron desde 2015, entre ellos 10 menores, ocho presos y tres mujeres, según Wafa. También retiene los cadáveres de 256 palestinos muertos en combate desde 1967 y que están enterrados en cementerios del norte de Israel, según la misma fuente.
El viernes, el Ejército de Israel entregó a autoridades palestinas los cadáveres de tres milicianos que murieron en marzo por fuego israelí durante una redada militar en Cisjordania ocupada, un gesto que el Ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, calificó como "grave error".
Sus funerales fueron celebrados este sábado en la cisjordana ciudad de Nablus entre multitudinarias marchas, al tiempo que se llevaban a cabo las ceremonias fúnebres de otros dos milicianos palestinos asesinados esta mañana por fuerzas israelíes en Tulkarem, un poblado del norte de Cisjordania.
El conflicto palestino-israelí vive su año más mortífero desde la Segunda Intifada (2000-2005).
Las constantes incursiones israelíes en Cisjordania, las agresiones por parte de colonos judíos, los ataques de palestinos contra israelíes y las escaladas bélicas entre Israel y las milicias de la Franja de Gaza han causado la muerte de 109 palestinos en lo que va de año, la mayoría milicianos en enfrentamientos violentos con tropas israelíes, pero también civiles, incluidos 20 menores.
Del lado israelí, 19 personas murieron, la mayoría colonos, y entre ellos tres menores.
Israel se hizo con el control de Cisjordania ocupada en 1967, y desde entonces mantiene una larga ocupación y colonización sobre este territorio.