Ayer, el gobernador Miguel Ángel Riquelme, inauguró la Velaria del Centro de Convenciones. Este fue el último evento público del mandatario, donde se hicieron presentes figuras de la política y culminó con un concierto de Flans y Pandora. (ENRIQUE MORENO CASTRUITA / EL SIGLO DE TORREÓN)
Miguel Ángel Riquelme Solís concluye hoy su mandato como gobernador de Coahuila, con aciertos en rubros como la seguridad, salud y desarrollo económico, aunque con una deuda financiera histórica que no fue posible reducir y, además, del pendiente con los laguneros: el Metrobús.
El tema de la seguridad es el principal a resaltar, pues mediante la coordinación entre los tres órdenes de gobierno se logró revertir las consecuencias de un historial negativo que se venía arrastrando desde inicios de la década de 2007.
De tener tasas de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de 26 en 2011, 40 en 2012, 27 en 2013 y de 9 al comienzo de su mandato en 2017, este indicador se logró reducir a 5 en los años 2021 y 22, según las cifras del Inegi.
A junio de este año, Coahuila ocupaba el segundo lugar, tan sólo por debajo de Yucatán, de las entidades con menos homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, con una tasa de 1.72, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Como consecuencia lógica, la entidad comenzó a posicionarse en las más atractivas del país para la llegada de inversiones, una condición que se acrecentó con el fenómeno del "nearshoring" o relocalización de cadenas productivas.
La evaluación más reciente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ubicó a la entidad en el cuarto lugar de competitividad global, aunque con relación al 2022 perdió un escaño al ser desplazado por Querétaro.
Según el Inegi, es el segundo lugar nacional en exportaciones con el 12.02 por ciento del total del país.
Después de la pandemia, Coahuila había generado más de 77 mil nuevos empleos hasta agosto de 2023, ubicándose entre los seis estados que más fuentes de trabajo crearon tras el periodo crítico de la emergencia sanitaria.
GOBERNADOR LAGUNERO
Tuvieron que pasar 48 años para que los laguneros volvieran a tener un gobernador desde Braulio Fernández Aguirre, nacido en San Pedro de las Colonias y quien gobernó de 1963 a 1969.
Al tomar las riendas del estado, Riquelme fue enfático en el hecho de que gobernaría para todos los coahuilenses, lo que cumplió con cabalidad, aunque dejó pendiente para la Comarca y los habitantes de Torreón y Matamoros, particular, el compromiso de dotar un sistema de transporte público digno, eficiente y acorde a las necesidades de la población: el Metrobús.
"No alcanzó el tiempo", fue su última declaración pública respecto a este tema, luego de no haber concretado el proyecto que se vino abajo desde que el presidente, Andrés Manuel López Obrador, lo canceló a mano alzada para dar lugar al proyecto Agua Saludable para La Laguna, durante un acto masivo que se llevó a cabo en la vecina ciudad de Gómez Palacio. Ahora, la expectativa de la comunidad radica en que Manolo Jiménez Salinas, quien se convertirá en gobernador de Coahuila mañana viernes 1 de diciembre, tome la estafeta y dé continuidad al proyecto, que a su vez nació del compromiso presidencial de Enrique Peña Nieto.
En lugar del Metrobús o Bus Laguna, Miguel Ángel Riquelme bautizó el Sistema Vial Cuatro Caminos como la obra emblemática de su gestión en La Laguna, en la cual se invirtieron 550 millones de pesos para dar solución de movilidad en una de las zonas más transitadas de Torreón.