Las 80 organizaciones convocantes de la manifestación de este miércoles pretenden reunir alrededor de 50 mil personas en Buenos Aires. (ARCHIVO)
El Gobierno argentino advirtió este miércoles, a través de mensajes difundidos en pantallas de video y por altavoz en trenes y estaciones de Buenos Aires, que quienes corten las calles durante las manifestaciones previstas para hoy se enfrentan a la pérdida de beneficios sociales.
"El que corta no cobra" es el mensaje desplegado en grandes pantallas en las estaciones de la capital de Argentina, un país donde el 40 % de la población es pobre. La advertencia, que ya anticipó Javier Milei el pasado día 10 durante el discurso de su investidura presidencial, tiene como objetivo de desalentar la primera protesta social que afronta el ultraliberal Javier Milei llegó al poder.
Además, hay controles policiales "preventivos" en estaciones y en algunos accesos a la capital argentina, en línea con un nuevo protocolo de seguridad que prohibe los cortes de las vías públicas, señaló en rueda de prensa el portavoz del Gobierno, Manuel Adorni.
El vocero presidencial denunció que hay organizaciones sociales que están obligando a los beneficiarios de los planes asistenciales a acudir a la marcha, amenazándolos con quitarles parte de los beneficios sociales e imponerles "algún tipo de multa".
Hasta ahora, en Argentina, los planes sociales con recursos públicos son administrados en buena medida por estos colectivos, que hacen de intermediarios centre el Estado y la población necesitada. El nuevo Gobierno de Javier Milei ha denunciado esta práctica, que pretende erradicar.
Hasta las 10:30 hora local (13:30 GMT), el Gobierno había recibido 8 mil 900 denuncias de trabajadores contra dirigentes locales de estas organizaciones sociales, conocidos popularmente como "punteros", en la línea telefónica que ha habilitado con este propósito.
Las denuncias contienen "datos relevantes de nombres y organizaciones que sirven para asignar responsabilidades en términos penales", indicó Adorni, quien adelantó que el Gobierno presentará "en breve" una acción judicial.
Las 80 organizaciones convocantes de la manifestación de este miércoles pretenden reunir alrededor de 50 mil personas en Buenos Aires y marchar desde el Congreso hasta la céntrica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (sede de la Presidencia), para protestar contra el severo ajuste anunciado por el mandatario ultraliberal.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afirmó este miércoles en una entrevista en el canal de televisión TN que las personas pueden manifestarse en plazas y veredas, pero enfatizó que "las calles no se cortan".
El protocolo del cual ella es el artífice permite la intervención de las fuerzas de seguridad para levantar los cortes de calles sin necesidad de una orden judicial, así como la identificación de los participantes en los piquetes.