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Para el entorno natural, para la agricultura, para la industria, para el aseo personal, o para algo tan básico como beber diariamente, el agua se ha convertido en uno de los recursos naturales más codiciados, cuya importancia recuerdan numerosas autoridades en todo el planeta en el Día Mundial del Agua.
La cita central es en Nueva York donde ha comenzado la Conferencia del Agua de la ONU, que reúne a Gobiernos, empresas y organizaciones civiles, con un llamamiento a actuar urgentemente en la protección de los recursos hídricos y en el objetivo de que toda la población tenga acceso a agua potable y saneamiento adecuados.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha inaugurado la ronda de intervenciones nacionales en este foro pidiendo un "cambio radical" para dar respuesta a la crisis global del agua, un "derecho fundamentalísimo para la vida" que no debe convertirse "en una mercancía más".
Según la ONU, entre 2,000 y 3,000 millones de personas sufren ahora mismo escasez del líquido elemento y el problema se agravará en los próximos decenios mientras se multiplican los desastres meteorológicos relacionados como las sequías o las inundaciones.