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El Gobierno conservador griego planea conceder permisos de residencia y trabajo a unos 30 mil inmigrantes irregulares -que han residido en el país al menos tres años- para hacer frente a la escasez de mano de obra, según una enmienda presentada en el Parlamento.
"Tenemos un problema de reducción de la fuerza laboral en nuestro país", señaló el ministro de Migración, Dimitris Keridis, quien añadió que el desarrollo de la economía griega corre el peligro de ralentizarse.
Las condiciones para trabajar de forma legal en Grecia son haber residido en el país siete años, mientras que ahora será posible con tres, no haber cometido ningún delito penal y presentar una oferta de trabajo.