(ESPECIAL)
El término "grooming" se ha erigido esta semana como una preocupación de extrema relevancia en la era digital y el caso reciente donde la influencer Florencia Guillot habló de una relación que inició cuando Pau Florencia tenía 14 años y su novio 25, ha avivado la discusión en torno a este fenómeno.
Lo ocurrido con la influencer derivó en innumerables reacciones en redes sociales, que dieron un enfoque de preocupación viral al "grooming", con personalidades como las cantantes Adriana Ríos o Lynda exponiendo sus propias relaciones.
Y ante ello, el foco se ha puesto, a la par, en lo crucial que resulta discernir el "grooming" de otras conductas, como el estupro, que involucran relaciones entre adultos y menores.
¿QUÉ ES EL 'GROOMING'?
El "grooming" se define como el acoso sistemático y manipulador ejercido por adultos hacia menores, con el objetivo de obtener imágenes o videos de naturaleza sexual. Esta práctica, que transcurre predominantemente en el mundo virtual, representa una amenaza latente para la seguridad y el bienestar de los jóvenes en línea.
El "grooming" se enfoca en la manipulación y el ganarse la confianza de un menor a través de plataformas digitales para obtener beneficios sexuales.
La doctora Laura Coronado, especialista en cultura digital, subrayó para medios nacionales la importancia de comprender las diferencias entre el "grooming" y otros delitos legales, destacando que, si bien el "grooming" no está sancionado directamente, existen esquemas legales para abordarlo.
Los códigos civiles ya establecen la edad mínima para contraer matrimonio, evidenciando la conciencia legal en torno a la protección de menores, y la difusión masiva de estos casos ha llevado a la sociedad a reflexionar sobre la gravedad del "grooming".
Históricamente, el acoso se ha normalizado en algunas ocasiones, lo que subraya la urgencia de exponer y comprender este fenómeno. En términos de la especialista, es imperativo recordar que los menores de edad tienen derechos y necesitan protección, especialmente en entornos digitales donde el anonimato puede ser un vehículo para el abuso.
Para prevenir y contrarrestar la amenaza del 'grooming', se han delineado cinco puntos fundamentales.
El proceso de "grooming" se basa en la construcción progresiva de confianza entre el agresor y la víctima. Esto implica alejar al menor de su red de apoyo y crear un ambiente de secreto y complicidad. Desde conversaciones sobre sexualidad hasta solicitar material íntimo, el "grooming" puede evolucionar hacia encuentros físicos que representan un peligro real para la integridad de los menores.