Foto: Archivo Agencia EL UNIVERSAL/RDB.
Este martes se cumplen cinco meses desde que Talina Fernández murió y sus hijos; Coco y Pato Levy se encuentran tratando de desahogar tanto sus deudas como los gastos que implica la manutención de la casa de su madre, debido a que por su gran tamaño requiere de muchos y constantes cuidados, motivo por el que desde el mes de octubre pusieron a la venta algunas pertenencias de la "dama del buen decir" en un bazar, sin embargo, hay muchas personas que están en desacuerdo con la idea de que se deshagan de las cosas de la conductora, asegurando que están aprovechándose del patrimonio que les dejó.
Fue el mes pasado, cuando los Levy dieron a conocer que abrirían el "Bazar Talina Fernández", en el cual pondrían a la venta algunas de las pertenencias de su madre, entre ellas; discos, ropa, vajillas, libros, adornos, cuadros y encendedores, pues con las ganancias podrían juntar el dinero necesario para pagar el préstamo que Coco recibió por parte de un grupo de amigos para que, de esa manera, pudieran pagar la estadía de Pato en el hospital, luego de que fuera diagnosticado con una arritmia, de la que tendrá que ser operado eventualmente.
Tras el éxito que resultó la primera venta, los hermanos volvieron a organizar el bazar este sábado, ubicado en el estacionamiento del autocinema Coyote, en la colonia Nuevo Polanco, en el que se dieron cita algunos medios de comunicación, que cuestionaron a Coco y a Pato acerca de qué opinión les merecía que en redes sociales se les atacara por poner a la venta gran parte de los recuerdos de su madre, pues desde que dieron a conocer la venta, no ha faltado aquel que comenta que es una manera de aprovecharse de la memoria de la conductora solo para hacer dinero.
Coco fue el primero en ser cuestionado, pero para él los comentarios de las otras personas no tienen ninguna importancia, pues dijo creer que cuando la gente habla mal de los demás es porque no tiene cosas mejores que hacer: "Que salgan a correr, que tengan algo más útil de hacer con su vida".
Y, de hecho, expresó que desapegarse de las pertenencias que le recuerdan a su madre ha sido terapéutico en un tiempo en que sigue atravesando el duelo por su partida.
"Hay cosas que no corresponden con dos señores de 55 años, que somos Pato y yo, y hay gente que se lleva cosas que le gustan, que son de mi mami, que verdaderamente usó, si es un proceso de sanación".
Aunque reconoció que entre más pasa el tiempo, les es más sencillo desapegarse de todas las cosas que su madre dejó: "Cada vez menos nostalgia, cada vez menos tristeza y cada vez más cosas buenas", destacó
Por su parte, Pato contó que hay ocasiones que leer todo lo malo que se dice de ellos le causa mucha molestia y hasta ganas de responder a quienes no conocen sus razones y porqués.
"La cantidad de 'hate' que hay es inenarrable, pero yo trato de no hacerles caso, de repente si medio me enganchó y me dan ganas de pegarles unas buenas palabrotas, pero ay pobrecitos, no tienen nada mejor que hacer que andar criticando, que 'cómo vamos a vender las cosas de mi mamá', 'que qué malos hijos, que por qué no hacemos un museo...' A ver, wey o sea, tú crees que no me estoy quedando con las cosas que a mí me importan de mi mamá", señaló.