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Homeschooling, opción educativa al alza

Ante los modelos de educación que se improvisaron durante la pandemia, cada vez más familias han decidido hacerse cargo de la enseñanza de los hijos para que sea más adecuada a sus necesidades.

Imágenes: Freepik

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WALFRÉ VIRGIL CASTRO

La pandemia de covid-19 ha producido cambios significativos en la sociedad. La necesidad de confinamiento replanteó las dinámicas personales, laborales, familiares y educativas. En la nueva realidad, la educación incorporó tecnologías, redes sociales y la participación tanto de padres como de tutores y maestros en la enseñanza.

Sin embargo, tras este distanciamiento social, se comprometieron las relaciones interpersonales y sociales de muchos estudiantes que, como muchos, sufrieron la llamada pandemia silenciosa, generadora de crisis mentales derivadas de la ansiedad, la depresión y el estrés.

Si bien la educación en el hogar no es nada nuevo, está claro que los principales problemas de la readaptación escolar, en la llamada nueva normalidad, se dieron debido a los repentinos e improvisados modelos que se tuvieron que ejecutar. Por ello es necesario pensar en la innovación y regulación de opciones educativas en el corto y mediano plazo, especialmente aquellas que hasta ahora se han utilizado como alternativas de aprendizaje.

En este contexto, el homeschooling (educación en el hogar) ha ido ganando relevancia. Puede consolidarse como una opción eficaz para promover una educación más personalizada, focalizada y cercana al alumno, al mismo tiempo que contribuye a fortalecer los lazos familiares y proteger la integridad de los estudiantes al reducir la movilidad en áreas urbanas y rurales.

La adopción de este modelo que implica educar a los hijos en casa sin acudir a instituciones educativas, ha experimentado un aumento por diversas razones, especialmente debido a la incertidumbre y los cambios constantes a los que nos hemos enfrentado los últimos años.

SISTEMA EDUCATIVO ALTERNO

La educación es un derecho humano. En palabras de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), es un instrumento transformador de vidas e impulsor del desarrollo sostenible.

Entre los múltiples modelos de enseñanza, hay uno que da total potestad a los cuidadores de los niños: el homeschooling, que se adapta a la crianza en el hogar permitiendo a los padres o tutores ejercer su propia metodología pedagógica. Esto implica una educación que varía según quien imparte dicha modalidad.

Imagen: Adobe Stock
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La elección del homeschooling se da muchas veces como resultado de un tipo de rechazo hacia el sistema educativo, pero recordemos que la educación no consta simplemente de materias como Geografía, Español, Historia o Matemáticas, sino que implica la formación de individuos y futuros ciudadanos. Cabe mencionar, entonces, que este modelo puede presentar sesgos en el proceso de enseñanza y aprendizaje; se presta a ser limitado por una doctrina familiar porque los alumnos se exponen a pensamientos poco diversos.

Parte de la educación escolar se centra en la integración y adaptación social, por lo que la modalidad en casa puede producir una ausencia de contacto hacia otros individuos, adultos o niños, externos al entorno familiar. Los alumnos, en este caso, pueden presentar problemas de sociabilidad y de pertenencia, o falta de competencias para el trabajo en equipo si la enseñanza en el hogar no se lleva a cabo de forma adecuada, tal como lo expresa la Constitución:

“La educación se basará en el respeto irrestricto de la dignidad de las personas, con un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva [...] fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje”.

Pero, mostrándonos optimistas, no podemos dejar de lado que el homeschooling representa una educación personalizada y dedicada al cien por ciento al niño, y que puede proporcionarle bienestar y desarrollo.

¿QUÉ TAN LEGAL ES EL HOMESCHOOLING?

Si bien lo recomendable siempre es que a todo niña y niño de nuestro país no le falte un espacio de educación, recreación y socialización con sus semejantes, está claro que deben existir oportunidades para aquellos padres que desean encargarse personalmente de la educación de sus hijos.

El MATI Talent Institute calculó que, tan solo en 2022, poco más de 20 mil familias practicaban el homeschooling, una cifra que siguió en ascenso aún en pospandemia. Pero, ¿cómo exactamente se certifican los estudios de este tipo?

Imagen: Adobe Stock
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Existen dos formas viables. La primera es a través de las llamadas escuelas sombrillas, como el MATI, que son instituciones que brindan apoyo y acreditación de la educación en casa expidiendo certificados apostillados, es decir, con validez legal internacional. La segunda forma es acudiendo al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), donde se aplican los exámenes pertinentes para evaluar los conocimientos de los postulantes a nivel de primaria o secundaria. Para la preparatoria existen certificaciones como el CENEVAL, así como las preparatorias abiertas.

QUITAR EL ESTIGMA DE LA EDUCACIÓN EN CASA

María Montessori, madre del modelo educativo más influyente de la modernidad, creía que el ambiente en el que se educa a los niños es crucial para su desarrollo. Defendía la creación de un ambiente, tanto en el hogar como en la escuela, cuidadosamente diseñado y adaptado para satisfacer las necesidades de aprendizaje de los niños.

En ambos casos, el entorno debería estar lleno de materiales y actividades apropiados que fomentaran la exploración y el descubrimiento. De la misma manera, abogaba por la libertad de elección y creía que los padres deberían tener la opción de decidir el tipo de educación que mejor se adaptara a las necesidades y características de sus hijos. Siempre que el ambiente en el hogar esté bien preparado, ella consideraría que el homeschooling puede ser igual de valioso que una escuela.

Por otra parte, la interacción social es esencial para el desarrollo de los infantes. Montessori veía la escuela como un lugar donde los niños pueden aprender a relacionarse con otros, desarrollar habilidades sociales y trabajar en comunidad. Sin embargo, también reconocía que el entorno del hogar puede proporcionar relaciones significativas cuando se complementa con actividades extracurriculares, grupos comunitarios y amistades cercanas.

En el artículo Análisis de la comunicación social en el Homeschooling: una revisión panorámica se demuestra, con base en estudios, que la educación en casa no impacta de manera negativa la interacción social y que, contrario a ello, existe un fortalecimiento de los vínculos afectivos y la cognición social. Con argumentos como estos queda de manifiesto la viabilidad de este formato educativo, que debe acompañarse de políticas públicas como la que se propuso el año pasado al reformar algunas fracciones de los artículos 9 y 35 de la Ley General de Educación, con el fin de adoptar el hogar como un espacio de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, aún pueden sentarse más bases que regulen y certifiquen, de manera total, esta modalidad.

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