Innovar es importante, pero no es suficiente. En nuestro país se requiere mayor apoyo de la iniciativa privada, de la sociedad y gobierno hacia los emprendedores.
El Instituto Global de Emprendimiento y desarrollo con sede en Washington DC, organismo de investigación fundado por la Unión Europea y el Banco Mundial, así como por corporaciones internacionales y bancos alrededor del mundo, publica desde el 2009 el "Global Entrepreneurship Index" (GEI) en el cual reporta un ranking mundial del ecosistema de emprendimiento en 137 países que mide y compara el grado de avance del emprendedurismo en el mundo, lo que coadyuva a la construcción de mejores condiciones para emprender.
Un "ecosistema" adecuado para el emprendedurismo de acuerdo al GEI implica actitudes individuales y sociales, recursos e infraestructura de un país, y su mezcla facilita la comparación entre los desempeños de los ecosistemas, brindando un panorama particular de cada país con el cuál se construye un ranking del contexto internacional del emprendedurismo.
México obtuvo el lugar 75 dentro de este ranking, por lo que, en una mirada alterna a los datos, este análisis pretende comparar los resultados de nuestro país con los del resto del mundo, y poder brindar mayor claridad sobre aquellas variables a mejorar para poder hacer de nuestro país una potencia emprendedora a futuro.
Las premisas de un ecosistema son acciones conducidas por personas en base a incentivos, la influencia de condiciones del entorno gubernamental y social, y elementos que interactúan para lograr un desempeño emprendedor determinado, el cual se mide en base a 14 variables complejas denominadas "Pilares".
Comparando nuestros resultados con el resto de las naciones, encontramos que la red de contactos profesionales, la aceptación al riesgo y la percepción de oportunidad son las variables mejor calificadas en México, lo que nos indica que nuestra población tiene la fortaleza de hacer relaciones profesionales, asumir riesgos e identificar oportunidades, sin embargo, las variables con las calificaciones más bajas son el soporte cultural, que es la apoyo de la sociedad a los emprendedores y el grado en que la corrupción dificulta el emprendedurismo, las habilidades de emprendimiento que son las habilidades y conocimientos para iniciar un negocio en base al nivel educativo, y la disponibilidad de capital de riesgo.
El GEI recomienda a la iniciativa privada el desarrollo de habilidades en sus colaboradores, la creación de programas filantrópicos de apoyo a emprendedores, al Gobierno la creación de políticas públicas que reduzcan la corrupción y tramitología para la creación de nuevos negocios e incentivos fiscales para capital de riesgo, y al sector educativo la creación de programas de emprendimiento desde el nivel bachillerato y priorizar en la educación la ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas.
