Canacintra consideró que los impuestos ecológicos gravan desproporcionadamente las actividades que se realizan y ponen en riesgo la viabilidad de las mismas. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Por cada tonelada de dióxido de carbono emitida a la atmósfera, las empresas en Durango pagarían 179 pesos, aun cuando no exista un mecanismo para medir las emisiones, esto presionaría a las compañías que trabajan con carbonato de calcio, grava, mármol, arcillas y arena a elevar hasta un 25 por ciento sus costos, lo que repercutiría en el usuario final.
También se perfila un encarecimiento de los materiales de construcción, derivado de esta situación. Otro punto se refiere a las descargas de aguas residuales, ya que por cada metro cúbico que no haya cumplido con la normatividad se tendrían que pagar 140 pesos de dicho impuesto.
Existen impuestos ecológicos en los estados de Baja California, Campeche, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Yucatán y Zacatecas; sin embargo, en Durango ha causado inconformidad del sector empresarial debido a que señalan que no existe una proporcionalidad en los cobros y que hay una afectación directa a la competitividad de la industria local.
En Durango, este impuesto ecológico considera cuatro áreas susceptibles para su aplicación: la preservación y restauración ecológica en la extracción de materiales; emisión de gases a la atmósfera; emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua e impuesto al depósito y almacenamiento de residuos. Canacintra consideró que gravan desproporcionadamente las actividades que se realizan y ponen en riesgo la viabilidad de las mismas, y con ello, el derecho al trabajo.
Coahuila en 2022 implementó el impuesto por remediación ambiental en la extracción de materiales pétreos, mismo que no se ha aplicado, mientras que en Durango a partir de 2023 se cuenta con el impuesto para preservación y restauración ecológica en la extracción de materiales, impuesto por emisión de gases a la atmósfera, impuesto de la emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua e impuesto por depósito o almacenamiento de residuos.
Los impuestos ecológicos tienen como objetivo, en teoría, incentivar cambios en el comportamiento de los contribuyentes para favorecer el medio ambiente, pero no dejan de ser recaudatorios.
Alfonso Montellano Villarreal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Gómez Palacio, dijo que desde el inicio del 2023 se insistió por parte de los industriales en que se revisara bien este gravamen y se mencionaron algunas inconsistencias, de ahí que el gobierno estatal tomó la decisión de dejarlo "en pausa" durante el presente año.
Señaló que se presentará una contrapropuesta de parte de la Iniciativa Privada, para encontrar un punto medio con el estado y generar acuerdos.
Impuesto
Impuestos ecológicos serían:
*La preservación y restauración ecológica en la extracción de materiales.
*Emisión de gases a la atmósfera.
*Emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua.
*Impuesto al depósito y almacenamiento de residuos.
*Canacintra consideró que gravan desproporcionadamente las actividades que se realizan.
