En la última jornada de protestas más de 750,000 personas se manifestaron en París. (AP)
Francia se preparaba el sábado para la cuarta jornada de protestas en todo el país contra los planes del presidente, Emmanuel Macron, para reformar las pensiones.
Esta vez, los paros no afectarán al transporte, por lo que los trenes y el metro de la capital, París, funcionarán con normalidad.
Se espera que cientos de miles de personas secunden las movilizaciones.
Los legisladores franceses iniciaron a principios de semana un acalorado debate sobre el proyecto de ley para elevar la edad mínima de jubilación de los 62 años actuales a 64. Esta es la medida legislativa estrella del segundo mandato de Macron.
En la última jornada de protestas, hace cuatro días, más de 750,000 personas se manifestaron en París y en las ciudades de Niza, Marsella, Toulouse y Nantes, entre otros lugares, según el Ministerio del Interior.
Esta asistencia fue significativamente más baja que en las dos fechas anteriores, en enero, cuando más de un millón de personas salió a la calle. Las alteraciones causadas por las huelgas del martes fueron también más livianas que las registradas el 31 de enero.
Las protestas son una prueba crucial tanto para Macron como para sus rivales.
El gobierno ha insistido en su determinación para sacar adelante la promesa electoral del mandatario de reformar el generoso sistema de pensiones francés. Pero la fuerte oposición popular reforzará los esfuerzos de sindicaros y legisladores de la izquierda para tratar de bloquear la iniciativa.