(EFE)
Irán y Arabia Saudí dieron este jueves un paso más en la reanudación de las relaciones entre ambos países, históricamente rivales, con la primera visita oficial a Riad del ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, que se centró en el refuerzo de la cooperación económica y la seguridad del golfo Pérsico.
En este encuentro, tanto Abdolahian como su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, destacaron la importancia de la cooperación en materia de seguridad, y el iraní propuso un diálogo con los vecinos árabes de su país por la "estabilidad" y la "seguridad interna y de la región".
"Coincidimos sobre (la necesidad de) trabajar en base a los acuerdos que allanan el camino para ampliar y reforzar la cooperación entre los dos países en todos los ámbitos", dijo el jefe de la diplomacia iraní en una rueda de prensa con Bin Farhan.
Por su parte, Bin Farhan destacó que Riad "considera importante elevar el nivel de cooperación y la coordinación bilateral", y aspira a "una nueva etapa en las relaciones" basadas "en los intereses comunes y el respeto mutuo".
Subrayó también el "interés de Arabia Saudí en reavivar los acuerdos anteriores (con Irán), particularmente en los ámbitos económicos y de seguridad", y apuntó que "existe un serio deseo de implementar los términos del acuerdo (de marzo) que benefician al reino e Irán al aumentar la confianza y ampliar el alcance de la cooperación".
Irán y Arabia Saudí, países rivales que lideran el islam suní y chií en Oriente Medio, acordaron en marzo, con mediación china, la normalización de sus relaciones diplomáticas, que Riad rompió en 2016 en medio de tensiones con Irán y tras los ataques sufridos en sus sedes diplomáticas en ese país a raíz de la ejecución en el reino árabe de un importante clérigo chií.
Arabia Saudí y sus socios árabes vecinos de Irán, todos aliados de Estados Unidos, acusan desde principios de los ochenta a Teherán de intervenir en sus asuntos internos y de amenazar su seguridad a través de apoyar a milicias chiíes, como el libanés Hizbulá o los rebeldes hutíes yemeníes.
Los vecinos árabes de Irán también han expresado en varias ocasiones su inquietud por los programas nuclear y de misiles balísticos de Irán, y no ocultan su preocupación por los movimientos de la marina iraní en las aguas del golfo Pérsico, que consideran amenazante para la navegación en esa importante vía marítima por, donde se exporta una importante parte de la energía mundial.
En este sentido el ministro iraní dijo que abordó la idea de entablar un diálogo con "los vecinos" árabes, después de haberlo hecho con su homólogo Faisal bin Farhan para hablar sobre "la cooperación bilateral y multilateral" por la "estabilidad y la seguridad" regionales.
Añadió que su país "busca comunicarse y mejorar las relaciones con los Estados vecinos, incluida Arabia Saudí".
"Estamos siguiendo un camino correcto en este sentido -dijo-, y lo hemos hecho con Irak, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Catar", e insistió en que "lograr la seguridad en la región es una idea indivisible".
Como parte del acuerdo de marzo, Irán abrió a principios de junio su embajada en Riad y su consulado general en la ciudad saudí de Yeda, mientras que Arabia Saudí lo hizo en agosto y esta semana reabrió su consulado en la ciudad sagrada de Mashad.
El acuerdo de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países allanó el terreno para la readmisión de Siria en la Liga Árabe tras 12 años de suspensión, además de las conversaciones entre Irán y Egipto para normalizar sus relaciones y de negociaciones de paz en Yemen.