ISAN: enseñanza de negocios con enfoque humano
El Instituto Superior de Administración y Negocios (ISAN) es una institución que a sus 15 años se está consolidando en la región como una opción para aquellos que buscan una educación versátil, de calidad y que esté cimentada en valores.
Salvador Marrero Luna, su director general, mencionó que desde el inicio el plan ha sido formar emprendedores que sean capaces de construir una mejor calidad de vida. Por esa razón, se centran en el desarrollo y crecimiento personal del alumno, para que se enfoque en su proyecto de vida.
Para eso cuentan con nueve programas de licenciatura: Ciencias de la educación, Ingeniería industrial, Marketing digital, Energías renovables, Psicología, Administración, Tecnologías de la información, Derecho y Contaduría pública; sus siete maestrías: Ética, Educación y docencia, Juicios orales y proceso penal acusatorio, Tecnología educativa, Empresas y procesos estratégicos, Empresas y recursos humanos y Empresas y gestión financiera, y su preparatoria abierta, todo pensado también para aquellas personas que deben trabajar al mismo tiempo que estudian.
Ver más allá del aula
Desde la misma institución buscan la manera de que sus estudiantes tengan una conexión con el mundo laboral, de ahí que se tengan convenios con cámaras de comercio o consorcios de la región y otros estados, a fin de que los estudiantes puedan adquirir experiencia antes de egresar. Esto les permite, en todas sus carreras, obtener un trabajo de manera más sencilla o incorporarse en la empresa en la que hicieron prácticas durante su último año.
En palabras de Salvador Marrero Luia, este método de trabajo se ve favorecido por un equipo docente capacitado en su área de ejercicio, así como la atención individual a cada alumno, lo que permite una enseñanza eficaz. A ello se suma así su metodología de enseñanza enfocada en la resolución de problemas y en desarrollar las potencialidades del ser humano.
Sin embargo, su enfoque pedagógico va muy de la mano con la enseñanza de valores a los estudiantes, para que vean una forma de hacer negocios con beneficie a la comunidad:
“Apuntamos a una ética del punto medio, con integridad y compromiso social, para utilizar nuestras potencialidades profesionales para el bien común. Buscamos establecer vínculos a través de las prácticas y el servicio social. Bajo un principio ético en el que se privilegia el bien común, en el estudiante se desarrolle correctamente, a fin de crear una economía que beneficie a todos”.
Ejemplo de este interés por apoyar a la comunidad es la próxima apertura de propia clínica terapéutica, en donde se ofrecerá atención a las personas que requieran ayuda por la pandemia, y que será de gran ayuda para el aprendizaje de sus estudiantes de psicología.