Biden destacó los 'valores' de libertad e igualdad que unen a Estados Unidos y los países nórdicos. (KIMMO BRANDT / EFE)
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los líderes de los países nórdicos (Finlandia, Suecia, Noruega, Islandia y Dinamarca) celebraron este jueves en Finlandia una cumbre de gran contenido simbólico y con la que quieren mostrar a Rusia la fuerza de la OTAN.
El encuentro se produjo en el "Salón de los Espejos" del Palacio Presidencial de Finlandia, una sala de techos altos, con una lámpara de araña en el centro y donde los líderes estaban sentados en una mesa con forma de herradura, encabezada por Biden y por el presidente finlandés, Sauli Niinisto, que ejercía de anfitrión.
Hace cinco años, en esta misma sala, el que fuera presidente de EUA Donald Trump (2017-2021) se reunió con su homólogo, Vladímir Putin. Esa fue la última vez que un líder estadounidense vistió Helsinki.
Biden, con las banderas de los países nórdicos de fondo en vez de la de Rusia, destacó los "valores" de libertad e igualdad que unen a Estados Unidos y los países nórdicos.
"Las naciones que estamos sentadas en esta mesa no solo compartimos una historia común, sino que también compartimos los mismos desafíos", subrayó Biden.
En ese sentido, el presidente estadounidense hizo hincapié en la naturaleza "histórica" de la cumbre de la OTAN que concluyó el miércoles en la ciudad lituana de Vilna después de dos días de reuniones y en la que Finlandia participó por primera vez como miembro de pleno derecho.
Además, un día antes de la cumbre, Turquía anunció que levantaría su veto sobre la candidatura de Suecia a la OTAN, por lo que ese país pronto podría seguir los pasos de Finlandia.
Finlandia, que comparte una frontera de 1,300 kilómetros con Rusia, se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN en abril de este año.
Tanto Finlandia como Suecia solicitaron unirse a la OTAN después de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022, un evento que cambió la opinión pública en ambos países y los llevó a abandonar la neutralidad que habían mantenido durante tres décadas.
Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en el proceso de integración de Finlandia y Suecia en la OTAN, y el propio ministro sueco, Ulf Kristersson, hizo referencia al constante contacto que ha mantenido en las últimas semanas con Biden, haciendo una broma al respecto.
"La verdad es que le veo más que a mi propia familia. Y me encanta", dijo Kristersson con una risa.
De hecho, Kristersson se reunió con Biden el 5 de julio en la Casa Blanca, y ambos pasaron los últimos dos días juntos en Vilna durante la cumbre de la OTAN, para ahora encontrarse de nuevo en Finlandia.
El anfitrión de la cumbre, Niinisto, también intercambió algunas bromas con Biden, pero le dio un tono más solemne al evento al afirmar que el objetivo único de la cumbre entre Estados Unidos y los líderes nórdicos es "asegurar el futuro" en términos de seguridad, medio ambiente y tecnología.
Sobre la mesa, los líderes tienen varios temas. Uno de los principales es Rusia, la OTAN y la guerra en Ucrania, pero también planean abordar la inteligencia artificial, el cambio climático y la colaboración minerales críticos, utilizados en paneles solares y baterías de vehículos eléctricos.
Esta es la tercera cumbre en la historia entre Estados Unidos y los líderes de los países nórdicos. La más reciente tuvo lugar en 2016, cuando el entonces presidente Barack Obama (2008-2017) recibió a los gobernantes de esas naciones en la Casa Blanca.