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Un joven estadounidense vivió una terrible experiencia luego de quedarse dormido con sus lentes de contacto, pues un parásito carnívoro lo llevó a perder la vista de un ojo.
Mike Krumholz de 21 años de edad, dijo a medios estadounidenses que durante el 19 de diciembre del año pasado, tomó una siesta de 40 minutos con los lentes de contacto puestos y cuando despertó se encontró con su ojo inflamado e irritado.
A pesar de que el joven se quitó los lentes de contacto, la irritación en su ojo no disminuía, lo que lo llevó a acudir a médicos.
"Mis lentes de contacto se sentían realmente irritados como si estuvieran flotando en mi ojo (...) Los saqué y no había nada malo”, dijo Mike a Daily Star.
Lamentablemente, el primer optometrista que lo atendió lo diagnosticó erróneamente con el virus del herpes simple tipo 1, cuando en realidad su ojo estaba siendo afectado por un parásito carnívoro.
Tuvo que pasar poco más de un mes con su visión borrosa para que por fin fuera diagnosticado con queratitis por acanthamoeba, un tipo raro de parásito que se detecta en pocos pacientes.
Aunque a Mike se le cometió a un tratamiento para combatir el parásito, terminó por perder la vista del ojo afectado y, debido a su edad y estado de salud, no es candidato para someterse a una operación que le pueda regresar la visión.
