A diferencia del primer acto de la obra deWilliam Shakespeare. “Ricardo III” donde habla de que “El invierno de nuestro descontento se vuelve verano con este sol de York” a su servidor el invierno de mi descontento no se le ve final.
Todos los equipos que merecen mi simpatía y atención al parecer se han puesto de acuerdo para hacerme pasar unas fiestas amargas. La segunda parte de este 2023 ha sido golpe tras golpe, derrota tras derrota para mis equipos favoritos.
Mis siempre amados Algodoneros del Unión Laguna estuvieron a dos juegos ganados de por fin acabar de una vez por todas una espantosa sequía de 73 años sin ganar un campeonato de Liga Mexicana de Beisbol y su cuerpo de lanzadores colapsó justo cuando más se necesitaba.
Tan cerca y tan lejos. Me quedé y nos quedamos severamente frustrados. Mis Bravos de Atlanta tuvieron una temporada fantástica imponiendo récords sobre todo en ofensiva y fueron simplemente los mejores en las Grandes Ligas, para toparse nuevamente con los Filis de Filadelfia en la serie divisional.
Los Filis los habían eliminado en 2022 y ahora en 2023 los eliminaron nuevamente con todo y el MVP Ronald Acuña, otro golpe a mi corazón. Lo peor es cuando la certeza te domina, tanto Unión Laguna como Bravos de Atlanta dieron visos de llevarse toda la gloria, se quedaron lejos de la otra orilla.
Pero el desfile de equipos favoritos del Rosell mordiendo el polvo en el segundo semestre del año continúa, faltaba menos, mi Barça jugando cada vez más monótono y ordinario. Sufriendo contra equipos limitados. Xavi Hernández llevando el tiki taka (marca de la casa) a un somnífero intrascendente, los catalanes han caído a un futbol ordinario y convirtiendo a sus futbolistas en fríos y rutinarios.
Cuestionado por esa pérdida de identidad y vulgarización del equipo, Xavi se molesta y alega que calificó a octavos de la Champions como líder de grupo, olvidando lo que para equipos como el Barcelona es sagrado, las formas. El futuro de los culés en octavos tiende a ser efímero. Y llegamos a mis Guerreros de Santos Laguna, otro de mis amores tóxicos.
Lo que empezó con el año, continuó y terminó igual, una defensa a la que le tiras un colchón y se las arreglan para que termine dentro de su portería. Un equipo que se ha hecho aliado del sistema, califica porque el reglamento parece hecho para los Guerreros, repechaje, Play In, lo que inventen Santos lo aprovecha, olvídense de llegar a la fiesta por la puerta principal, para eso existe la puerta de la cocina.
Los Guerreros también fueron víctimas de los equipos del Rosell en el segundo semestre del año quedándose en el Play In. Y todavía nos faltan los Steelers de la NFL, seis Super Bowls, pletóricos de jugadores en el Salón de la Fama y ahora arrastrando feamente los pergaminos, con un equipo deleznable, extremadamente malo, mal entrenado y mal planeado, con una ofensiva que es una broma, con los dos peores mariscales de campo de la Liga, con un coach que ya dio lo que tenía que dar, ya no se le puede pedir más. Resulta doloroso ver jugar a los Acereros, son terribles y no por las toallas.
En fin, como podrás darte cuenta, lector solidario, mi estado de ánimo en este cierre del año anda por los suelos. Todos mis equipos: Acereros, Guerreros, Algodoneros, culés y Bravos al final de cuentas terminaron fracasando buscando un campeonato. Como mi deseo de Navidad, espero lector heroico, que al menos, uno de los equipos que le vas te haya dado la satisfacción de un campeonato, por lo que respecta a mí, seguiré viviendo el invierno de mi descontento