Debilidad y fortaleza van de la mano. Los misterios de una explican los de la otra. Exponer las debilidades, es un signo de fortaleza. Hay quienes se sienten amenazados por la simple existencia de otro, un infierno. Tratar de controlar todo en la vida, es debilidad. Algo de paranoia merodea. Esa malformación ha amenazado a la República en los últimos años.
"Me da mucha pena a lo que ha llegado", ha lanzado el Presidente en varias ocasiones para referirse a la UNAM. Del 2015 al 2023 se han creado seis nuevas escuelas, con 21 carreras. Ciencias de la Tierra, Ciencias Forenses, Artes Cinematográficas, Lingüística y Traducción, puntas de lanza. La acreditación internacional es casi total. Nuevas actividades en Querétaro, Yucatán y Oaxaca, entre otras entidades. "…utilizaron de pretexto los exámenes de admisión y de esa manera rechazaban cada año a cerca de 300 mil jóvenes con la mentira de que no pasaban el examen…". En el mismo lapso, en la UNAM se abrieron 18 nuevas licenciaturas, una maestría, dos programas de doctorado y 23 especialidades. La matrícula llega a 380 mil alumnos, 34 mil más en 8 años. Más de 250 000 graduados, claro, no les llevó 14 años. El excelente recuento de etcétera del 23 de enero de este año, muestra que al principio fue amable con la Institución. La amabilidad duró poco. Algo ocurrió en el camino, seguramente a la UNAM no la sintió bajo control. La debilidad se convirtió en furia. Comenzó la andanada -varias decenas- de ataques. Denunció, es un decir, a "grupos de poder" que impedían el ascenso de investigadores, puras vaguedades. En octubre de 2021 estalló: "Hasta la UNAM se volvió, individualista, defensora de los proyectos neoliberales. Perdió su esencia de formación de cuadros profesionales para servir al pueblo".
En pandemia la UNAM implementó 40,000 "aulas virtuales", actualizó a 15,000 docentes y lanzó el programa de "Becas de Conectividad", 62,000, con tabletas y módems. La furia siguió "…muchísimos académicos e intelectuales de la UNAM se dedicaron a legitimar la privatización, Salinas los cooptó a casi todos". El diablo encarnado visitó los campus y se apoderó de las conciencias universitarias, decenas de miles. ¡Qué poder el de Salinas, no deja de invocarlo! En los 48 institutos y centros de investigación (30 de investigación científica y 18 de humanidades) se produjeron 5 000 artículos científicos y 600 libros, hasta el 2022. La UNAM obtuvo en estos años 303 patentes. Pero claro, quien desconoce el esfuerzo que hay detrás de un artículo científico, de una patente, quien ignora la existencia del escrutinio nacional e internacional, ese número no le dice nada. Todo es ideología. "Dónde están los economistas de la UNAM que defienden un modelo alternativo al neoliberal?". Las ofensas sin límites. "Se quedaron callados, los silenciaron". Las fuerzas del mal ganaron la batalla "Ya no hay economistas de antes, los sociólogos, los politólogos, los abogados. Ya no hay derecho constitucional, ya el derecho agrario es historia, el derecho laboral, todo es mercantil, civil, penal… …no hay (abogados): están en los despachos", infiernos de la moral. No muy lejos de donde él estudió sigue estando la Facultad de Derecho. Que la visite o envíe a alguien.
Entre descalificaciones y ofensas, la UNAM continuó con las funciones que le están asignadas: Sismológico, Observatorio Astronómico, Monitoreo Volcánico, Red Mareográfica, Biblioteca y Hemeroteca Nacional. Más de tres millones de volúmenes en toda la red y la impresión de siete y medio millones de volúmenes. 12 mil actividades culturales -museos, recintos históricos, salas de conciertos, cines, teatros, danza y otros-. Beneficio anual para más de dos millones.
Remate. QS Rankings: la UNAM pasó del lugar 160 al 93. Todo sin gritos.
La furia por debilidad ha ido variando: INE, INAI, hoy el Judicial Federal.
Pero ya se está yendo y las instituciones ahí están.
PD: Por cierto, ¿y las 100 nuevas universidades?