El encargado regional de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), José Luis Nava Rodríguez, aseguró que, a pesar de la sequía pronosticada en gran parte del país, para La Laguna se tiene la ventaja de que las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco tienen un buen almacenamiento y, por tanto, se garantiza el ciclo agrícola normal para este año 2023.
El funcionario no descartó que los efectos del cambio climático en el país puedan causar un impacto negativo en La Laguna, aunque insistió en que se cuenta con agua en la presa Francisco Zarco "Las Tórtolas" para irrigar con agua rodada una superficie agrícola de 60 mil hectáreas de diferentes cultivos, mientras que con agua de pozo subterráneo se habrán de atender 85 mil hectáreas.
Destacó que al igual que sucedió hace dos años, nuevamente el Gobierno federal, a través de la Comisión Nacional de Zonas Áridas, está considerando el Programa Nacional de Estimulación de Lluvias a través del bombardeo de nubes con yoduro de plata y no se ha descartado que se aplique en Durango y en otros estados.
Informó que incluso el gobernador de Durango, Esteban Villegas Villarreal, mandó un oficio dirigido al secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, donde pide el respaldo para llevar a efecto este programa en Durango y se espera una respuesta favorable.
El objetivo es que dichas precipitaciones aumenten los almacenamientos en las dos presas principales para permitir garantizar en el 2024 un ciclo agrícola más sin problemas, en tanto que en la ganadería se cuente con cobertura vegetal para que los animales puedan tener alimento suficiente y obtengan el preso apropiado para su posterior comercialización.
Nava Rodríguez expuso que en los últimos cuatro años no han tenido escasez de agua para ciclos agrícolas, por lo que se estima que con el plan de estimulación puedan presentarse precipitaciones que ayuden a elevar los embalses de las presas regionales y asegurar el plan de riegos del próximo año.
COBERTURA EN EL PAÍS
A nivel federal, el proyecto se aplicará del 28 de marzo al 7 de mayo e inició con la instalación de equipos y ubicación de reactivos, con los que se trabajará en el polígono que comprende Estado de México y parte de Michoacán, con una cobertura de 438 mil 809 hectáreas, de acuerdo a lo que informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
El programa, anunció el gobierno federal, busca combatir los efectos de la temporada de sequía e incrementar en 25 por ciento la captación de agua de lluvia, opera con la colaboración de una aeronave King Air 350i de la Fuerza Aérea Mexicana.
El químico recursivo se compone de partículas de yoduro de plata y acetona, para su aspersión en las nubes presentes del área establecida para la precipitación pluvial.
Este es el tercer año de operación del programa de Estimulación de Lluvias, lapso en el que se han realizado 250 vuelos, según informó la Sader, con una efectividad del 25 a 45 por ciento mayor de precipitación de lluvias, en beneficio de productores agropecuarios de zonas desérticas en el norte del país.
El proceso de aspersión de partículas milimétricas de yoduro de plata y acetona no causa ningún impacto ambiental, ni contaminación al agua dada su composición de sal y mineral.
La tecnología aplicada desde el año 2020 retoma el desarrollo de hace más de 40 años iniciada por el agrónomo Manuel Menéndez Osorio.
A partir de 2013 se reinició el proyecto con mejoras sustanciales a la fórmula química y se libera el proyecto a partir del año 2019.
El proyecto inició en 2021 para impactar un millón de hectáreas en una región de Baja California con resultados significativos, lo que alentó a establecer en el verano de ese mismo año proyectos en las zonas desérticas de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y un proyecto compartido para los semidesiertos de Coahuila, Durango y Zacatecas.
Para 2022 se incluyeron las zonas desérticas de Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y la zona sorguera de Tamaulipas y Nuevo León para control de incendios y el suministro de agua potable a la zona metropolitana de Monterrey.
La tercera temporada inició en 2023 con el apoyo de aeronaves de los gobiernos de Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas.
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