Es una pesadilla que entras con urgencia a algún baño, por ejemplo, el de un restaurante y que después de liberar… pues lo que entraste a liberar, te das cuenta de que no hay papel. ¡Nooooo! ¿Y ‘ora? ¿A quién le hablo o qué? Bueno, ahora la modernidad nos permite que, de perdido, podamos mandarle un mensaje por WhatsApp a quien esté esperando pacientemente en la mesa a que regresemos, si es que es alguien de confianza; pues no podemos regresar hasta que alguien nos haga el favor de avisarle a algún encargado de que no hay papel en el baño. El primero que llegue con un rollo de papel higiénico nos habrá salvado la vida, pero no deja de ser una situación penosa… ¿y por qué? Si debería de haber papel en todo momento y para eso está el sanitario, ¿no?
Dejemos los traumas del baño por un momento para comentarle que la palabra papel viene de paper, pero no precisamente del inglés sino del catalán y ésta del latín papyrus, pero el origen es del griego papyros. Los griegos llamaban papyros a la planta de papiro, khartes a la lámina de escribir y biblos al papiro que se importaba de Biblos, ciudad en Líbano conocida como la “ciudad habitada más antigua del mundo” y que su nombre dio luz a palabras como libro, biblia, biblioteca, etc.
Existe una gran cantidad de tipos de papel, como aquel al que ya nos referimos, que es el “papel higiénico” —aunque tiene otros nombres más folclóricos que prefiero reservarme— y así lo conocemos simplemente porque oficialmente no se nos ocurrió otro nombre mejor; es un papel para asearse y por eso es “higiénico”.
Este y la mayoría de los tipos de papel se fabrican a partir de una pulpa de celulosa, que es una pasta de fibras vegetales que se muelen y luego se convierten en una lámina delgada para ponerse a secar. Después vienen infinidad de procesos distintos que se le aplican al papel para que obtenga las propiedades que se deseen.
Así tenemos el papel en el que escribimos en una libreta y el que usamos para imprimir. Tenemos el papel de estraza, que también conocemos como papelmadera o kraft y que se usa tradicionalmente para envolver las tortillas. Uno de los papeles más antiguos es el papel de china, que se hacía con un proceso rudimentario y resultaba un papel delgado e incómodo para escribir, pero ahora se sigue fabricando principalmente para hacer envolturas.
Cuando a un actor —ya sea de teatro, cine o televisión— le dan la oportunidad de que represente a un personaje en la obra o película, dice: “me dieron el papel” y lo entendemos perfectamente así, porque la expresión surge cuando al actor le dan literalmente un papel —o sea un guion o libreto— para que estudie el diálogo del personaje. Una señora le dice al chamaco malcriado cuando hace sus berrinches en medio del centro comercial: “no me hagas papelitos aquí” o sea que no la haga quedar en ridículo con las demás personas, que van a pensar que es una mala madre porque no sabe educar a su niño.
“Agradezco profundamente la confianza que han depositado en mí para ejercer este puesto y prometo hacer un buen papel”, es algo que dicen todos los políticos aceptando cualquier puesto de elección popular. Aquí entendemos que el papel es la función en sí que alguien —o algo— desempeña en algún cargo.
“La policía fronteriza detuvo a varias personas que no tenían papeles” dicen en el noticiero y nadie se pregunta a qué papeles se refieren, porque entendemos que se refieren al pasaporte o visa que les permita viajar legalmente de un país a otro. Y ya se acabó este papel, así que, por el momento, me despido de usted. Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. [email protected] Twitter: @donjuanrecaredo
ME PREGUNTA Manuel Gutiérrez: ¿Se dice “yo me alineo” o “yo me alíneo”?
LE RESPONDO: No debe acentuarse. Lo correcto es: “yo me alineo”, no “yo me alíneo”.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: El smoking es un traje de nombre inglés que sólo se llama así en los lugares en los que no se habla inglés.