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La gente sigue renunciando a niveles récord, las empresas aún están tratando de atraerla y retenerla. La competencia por el talento sigue siendo feroz. Para ciertas categorías de trabajadores, las barreras para cambiar de trabajo se han reducido drásticamente. Solo en Estados Unidos, había 11.3 millones de puestos de trabajo vacantes a finales de mayo, un aumento sustancial respecto a los 9.3 millones que había en abril de 2021.
La pandemia covid-19 ha llevado a más y más personas a reevaluar lo que quieren de un trabajo y de la vida, lo que está creando una gran reserva de trabajadores activos y potenciales que están evitando el camino tradicionalista.
Hoy existe una brecha estructural en la oferta laboral porque simplemente no hay suficientes empleados tradicionalistas para llenar todas las vacantes. Incluso cuando los empleadores cortejan con éxito a estos trabajadores de sus rivales, lo único que logran es reorganizar el talento y contribuir a la escalada salarial sin resolver el desequilibrio que provoca la falta de trabajadores.
Una investigación en seis países -Australia, Canadá. India, Singapur, Reino Unido y Estados Unidos-, identificó grupos de trabajadores con variadas prioridades en el lugar de trabajo. Sus diferencias muestran que los empleadores deben adoptar un enfoque multifacético para atraer y retener el talento.
Se llevó a cabo una gran encuesta global para obtener más información sobre lo que impulsa a las personas a quedarse, irse o regresar; y se aplicaron análisis avanzados para definir segmentos específicos de la fuerza laboral, tanto activos como latentes. Los análisis se centran en los atributos laborales que les motivan, tanto positiva como negativamente.
Si bien la mayoría de los trabajadores valoraron mucho la flexibilidad en el lugar de trabajo, difirieron al calificar el apoyo a la salud mental, el trabajo significativo y el avance profesional.
La proporción de trabajadores que planean dejar sus trabajos permanece sin cambios desde 2021, en un 40 %. Dos de cada cinco empleados en la muestra global dijeron que están pensando en irse en los próximos tres a seis meses.
Para navegar con éxito en este nuevo campo de juego, los empleadores deben comprender los temas comunes que revelan lo que la gente más valora o lo que más le desagrada de un trabajo. Por ejemplo, no se puede estar ciego ante la influencia que puede tener un mal jefe para que la gente se vaya.
La encuesta indica que los líderes indiferentes y poco inspiradores son una gran parte de por qué las personas dejaron sus trabajos, junto con la falta de desarrollo profesional. La flexibilidad, por otro lado, es un motivador principal y una razón para quedarse. La investigación identifica cinco tipos de trabajadores a los que los empleadores pueden recurrir para cubrir los puestos de trabajo:
1. Los tradicionalistas: La estrella de la bolsa de trabajo clásica no es ya suficiente para cubrir todos los puestos. Estas personas están orientadas a su carrera, se preocupan por el equilibrio entre el trabajo y la vida privada, pero están dispuestas a hacer concesiones por el bien de sus empleos. Están motivados para trabajar a tiempo completo para las grandes empresas a cambio de un paquete de compensación y beneficios competitivos, un buen puesto de trabajo, estatus en la empresa y promoción profesional.
2. Los autónomos: Todo por la autonomía, este empleado, que comprende la mayor parte de los encuestados, valora la flexibilidad en el lugar de trabajo, el trabajo significativo y la remuneración como los principales motivadores para potencialmente regresar a la fuerza laboral tradicional. Suelen tener entre 25 y 45 años y quieren flexibilidad por encima de todo. os, el deseo de autonomía y el sentimiento de no ser apreciado llevaron a muchas personas a buscar algo diferente.
3. Los empleados que quieren trabajar desde casa: Surgieron con la pandemia, están motivados por la compensación, pero quieren flexibilidad en el lugar de trabajo, apoyo a la salud y el bienestar de los empleados, y desarrollo profesional.
4. Los idealistas: Estudiantes y jóvenes a tiempo parcial. Tienden a ser más jóvenes, de 18 a 24 años, y muchos son estudiantes o trabajadores a medio tiempo. En su mayoría, no tienen dependientes, préstamos y otras responsabilidades, este grupo hace hincapié en la flexibilidad, el desarrollo profesional y el potencial de avance, el trabajo significativo y una comunidad de personas confiables y solidarias.
5. Los relajados: La carrera ya no es lo primero. Las personas de este grupo son una mezcla de jubilados, de gente que no busca trabajo y de aquellos que podrían regresar al trabajo tradicional bajo las circunstancias adecuadas. Las empresas no han buscado a estos trabajadores experimentados con tanta intensidad como podrían, deberían considerar acercarse a estas personas para ver si pueden ofrecerles el equilibrio adecuado para recuperarlas.
Fuentes de referencia: McKinsey & Co., Aaron De Smet, Bonnie Dowling, Bryan Hancock y Bill Schaninger.