(DIANA GONZÁLEZ)
Como cada año cientos de familias motivadas por la fe cristiana enseñaron a las nuevas generaciones la pasión, muerte y resurrección del Mesías siguiendo el camino de la cruz. Al pie de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús fue interpretada la trigésima sexta edición del Víacrucis en Lerdo.
Para los mas pequeños era como ver una representación teatral donde destacaba el vestuario típico de las películas que se muestran cada año en esta temporada; un vistazo al pasado de hace dos mil años en Jerusalén. Los niños abrían grandes los ojos al ver las lanzas de los soldados, el rostro pálido y ensombrecido del “Diablo” mientras el aire movía los velos largos de las mujeres que acompañaban a “María” y a “María Magdalena”. Las alas del Ángel que merodeaba ahí en el templete de la Plaza Principal eran señaladas por los menores que estaban mientras sus padres los cargaban en hombros para ver el sufrimiento de “Jesús” conocido también como el hijo de Dios.
Los mayores lucían atentos y escuchaban con respeto las palabras del narrador que como cada año recordaba los momentos que marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad.
En la procesión destacó la presencia de gente joven pero también de adultos mayores y personas con problemas de movilidad; algunos iban con andadores y sillas de ruedas mientras los miembros del grupo “Víacrucis, camino a la Cruz” daban lo mejor de sí luego de meses de preparación para que el mensaje de “Jesús” se hiciera oír.
Ahí en el cruce de la avenida Francisco Sarabia y la calle Hidalgo se representó la cena en casa de Lázaro, la última cena, la oración en el Huerto de Los Olivos y prendimiento de Jesús, negación de Pedro y su encuentro con María, así como Jesús ante Caifás.
La multitud siguió por la calle Allende hasta llegar a la colonia San Isidro donde se encuentra la Iglesia del Cerrito como se conoce popularmente a la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, lugar donde se realizó la crucifixión y muerte de Jesús. En total 15 escenas o “estaciones” dieron vida a una tradición de la fe católica que busca perpetuar su labor de evangelizar mostrando al mundo lo que considera el mas grande acto de amor y sacrificio por la humanidad.
“A través de nuestra presentación queremos propiciar las condiciones para reflexionar y meditar los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posteriormente su resurrección”, dicen los integrantes grupo “Víacrucis, camino a la Cruz”.
Los Integrantes
Este año el papel de Jesús fue representado por segunda ocasión por Ángel David Serna Quintana. Rebeca López Rodríguez dio vida a María, la madre de Jesús. María Magdalena fue representada por Carla Pamela Villanueva Quintana. El apóstol Juan fue representado por Omar Ramos Martínez. A Caifás y Pilatos les dio vida Martín Ulloa Bermejo (uno de los coordinadores) quien además representó a Simón de Cirene y a Judas Iscariote. José de Arimatea fue representado por Marvin Quintana Armijo (otro de los coordinadores). El papel de La Verónica cayó en Valeria Quintana Rodela. Simón Pedro y Sumo Sacerdote fue representado por Mario Muñoz Segovia. Lázaro y Barrabás fueron representados por Gerardo Rangel Aguilera. El Diablo lo interpretó Esteban Bermejo Martínez. Alonso Martínez Rodela fue Dimas y Enrique Ramírez Bonilla fue Gestas. El Ángel fue interpretado por Perla Abigail Sileiro Reyes.
Desde 1988 a la fecha y motivados por un gran amor hacia sus tradiciones religiosas el grupo realiza esta representación del Viacrucis Viviente de Jesucristo bajo el concepto de que “la promoción del sacrificio de Jesús es el más grande legado que pueden dejar a las próximas generaciones”. Los lerdenses siguieron de cerca el recorrido durante todo el trayecto y hasta el momento cúspide siendo cientos de familias las que compartieron este viernes santo ahí bajo el sol de la Iglesia del Cerrito en punto de las 13:00 horas.