La fundación Sonrisa Azul llama a más empresas a emprender programas de inclusión en su planta laboral.
"El miedo más grandes, es cuando uno ya no esté, ¿qué va a suceder con ellos en el futuro?", fue el pensamiento que invadió a Carlos, padre de Regina, quien al igual que su hermana gemela, fueron diagnosticadas con autismo en grado tres, considerado como uno de los más profundos dentro del trastorno del espectro autista. Sin embargo, ese sentimiento se ha ido desvaneciendo, pues desde hace poco más de dos meses, forma parte de la empresa Comex, gracias a la alianza que se hizo con la fundación Sonrisa Azul de Torreón.
Regina, de 19 años, formó parte del primer grupo que se capacitó por parte de la empresa, dentro de las instalaciones de la fundación, para ser parte de su planta laboral. De acuerdo con Fernando Vázquez, fundador de Sonrisa Azul en Torreón, detalló que fueron 10 los jóvenes quienes recibieron la preparación, la mayoría autistas y otro más con el síndrome de Williams y síndrome de Down. Todos se encuentran ya laborando en diferentes sucursales.
Para Evangelina y Carlos, padres de Regina Correa, quien los últimos 13 años de su vida la ha pasado en terapias y una serie de actividades tras obtener su diagnóstico, ahora, el interactuar con personas desconocidas y ser responsable de una serie de actividades, le ha ayudado a mejorar su parte social.
"Es súper abierta, ha conocido personas, en su capacitación, eran 8 hombres y 2 mujeres, entonces han hecho muy buena mancuerna, salen, ella era una persona que se la pasaba en casa", dijo emocionada su madre.
Por su parte, Juliana García, de la empresa Comex, detalló que este programa de integrar a personas con habilidades especiales, como lo califican, nació hace año y medio en la planta de Monterrey, Nuevo León, con buenos resultados, por lo que se decidió replicarlo en La Laguna.
En un primer grupo fueron 10 los jóvenes capacitados, cuyos capacitadores fueron preparados para su trato, y ya se trabaja en la conformación de un segundo grupo, dados los buenos resultados.
García, lanzó un llamado a los empresarios a replicar este tipo de programas de inclusión. "Estamos convencidos de que debemos embellecer y proteger la vida de las personas. Y eso es lo que también persigue nuestro programa de inclusión, poder generar espacios de trabajo en nuestras tiendas. Sonará fácil, obviamente necesitamos generar este tipo de alianzas, y hay colaboradores importantes para que se pueda llevar este programa".
Por su parte, Alberto Díaz de León, también parte de la empresa, comentó que como el resto de los trabajadores, ellos reciben sus prestaciones, aunque son más flexibles en cuanto al horario, ya que deben cumplir seis horas de lunes a viernes, a fin de no ser un obstáculo para que puedan continuar con sus terapias y demás actividades.