(ANDRÉ BORGES / EFE)
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, aseguró este lunes que su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, va a dar un impulso "muy importante" a Latinoamérica, después de una "extraordinaria" reunión bilateral en Brasilia.
"Personalmente, creo que el presidente Lula es un líder regional que le va a dar un impulso a América Latina muy importante", afirmó Fernández en un pronunciamiento a la prensa, tras finalizar su encuentro con el líder progresista, un día después de su investidura.
Según Fernández, coincidió con Lula en el deseo de "volver a unir a América Latina en un espacio común" a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que aún no ha logrado la "institucionalidad" que merece.
Lula, que el domingo tomó posesión de su tercer mandato, tras haber gobernado entre 2003 y 2010, ya ha adelantado que pretende ser "protagonista" en los organismos multilaterales regionales, entre ellos la Celac, que Brasil abandonó en 2020 durante el Gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2022).
En este sentido, Fernández denunció ese aislamiento internacional patrocinado por la administración del ya expresidente Jair Bolsonaro.
"La verdad que la ausencia de Brasil en los foros internacionales fue muy evidente y es algo que no nos lo podemos permitir", expresó.
Asimismo, apuntó que durante "los últimos cuatro años", bajo la gestión de Bolsonaro, la relación entre Brasil y Argentina "se hizo más difícil", pero que él y Lula han decidido "volver a poner en marcha el vínculo" entre ambas naciones "con toda la fuerza".
"Los dos estamos convencidos de la importancia de ese vínculo entre Argentina y Brasil, y de la necesidad de darle esa trascendencia", indicó.
La relación bilateral se resintió mientras estuvo en el poder Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña y quien solía criticar al Gobierno de Fernández con fines electorales.
"Argentina y Brasil son países indisolublemente unidos", afirmó Fernández, quien dijo que esperará a Lula con los "brazos abiertos" el próximo 23 de enero, en Buenos Aires.
Lula realizará ese día su primer viaje oficial internacional a Argentina, manteniendo la tradición brasileña de que el país vecino sea el primer destino del nuevo presidente, algo que Bolsonaro no respetó.
El gobernante brasileño también tiene previsto participar al día siguiente en la cumbre de la Celac, que tendrá lugar en la capital argentina.