(EFE)
El nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dio este domingo, horas después de jurar el cargo, el primer paso para revocar polémicas medidas dictadas por el exmandatario Jair Bolsonaro en materia de armas y medioambiente.
El gobernante, en el mismo día de su investidura, firmó un total de trece decretos, que en su mayoría preparan el terreno para una amplia revisión de muchas de las políticas impulsadas por el anterior Gobierno de ultraderecha.
En materia de armas, Lula suspendió la emisión de nuevos permisos para la compra y la creación de clubes de tiro, ordenó que sea hecho un nuevo registro de todo el armamento adquirido por civiles en los últimos cuatro años y que se cree en el Gobierno un grupo de trabajo dedicado a definir una nueva política de desarme.
En el apartado medioambiental, determinó la reactivación del llamado Fondo Amazonía, constituido con donaciones de Alemania y Noruega para contribuir con la protección de la Amazonía y que había sido suspendido por decisión de Bolsonaro en 2019.
Ese fondo cuenta actualmente con unos 600 millones de dólares, que el nuevo Gobierno rescatará y utilizará en programas que serán definidos por el Ministerio de Medio Ambiente.
Lula también decidió revocar un decreto dictado por Bolsonaro en los últimos días de su mandato, según el cual se ampliaban las licencias para la explotación de recursos minerales en la región amazónica e incluso en las tierras indígenas.
Otra decisión formalizada por Lula, que fue una de las promesas de su campaña, ha sido determinar que sea revisada en un plazo de 30 días una serie de decretos de Bolsonaro que habían establecido un secreto de cien años sobre diversas cuestiones de la administración pública o incluso sobre asuntos personales del ahora exmandatario y su familia.
Entre estos últimos, Bolsonaro había incluido en esa información clasificada todo lo relativo a su salud, lo cual impidió que la sociedad supiera si realmente no se había vacunado contra la covid, como asegura hasta ahora.
Otro de los decretos firmados este domingo por Lula también dio cumplimiento a una de sus promesas de campaña y excluyó de un plan de privatizaciones elaborado por el Gobierno de Bolsonaro a las estatales Petrobras, Correos y Empresa Brasil de Comunicación (EBC).