
(VAYRON INFANTE)
En este 10 de Mayo, las Madres Poderosas, mujeres que el dolor las hizo fuertes para enfrentar la pérdida de sus hijas, se reunieron en el antimonumento que se levantó para que la sociedad recuerde a esas víctimas de feminicidio y a la autoridad, que haga justicia.
Reunidas en este espacio donde ahora se encuentran más de 20 cruces de madera que se colocaron por cada una de esas mujeres que perdieron la vida a manos de sus feminicidas, ofrecieron una ceremonia encabezada por el sacerdote Édgar Sánchez.
El antimonumento se encuentra desde marzo de 2021 en un tramo del camellón central de la prolongación Colón, casi frente a las instalaciones del Instituto Municipal de la Mujer, dependencia encargada de recibir y canalizar las denuncias por violencia y otro tipo de delitos en contra de las mujeres.
Para Cristela Soto, del colectivo Madres poderosas, los festejos del Día de la Madre terminaron en el 2016, fecha en la que su hija, Daysi Viridiana Martínez Soto, perdió la vida a manos de su pareja.
“Yo no festejo el Día de las Madres porque mi hija fue madre, entonces aquí lo que nosotros hacemos es tener ese grito por las que ya no están, que volteen a vernos, porque nosotros realmente no festejamos, porque estamos muertas en vida, porque es un dolor muy terrible en estas fechas”, dijo entre lágrimas.
Presente este 10 de mayo en el antimonumento, recalcó que la intención es “exigir justicia, más que nada, (ser) el grito de las que ya no están y las que también no ponen denuncias, aquí estamos”.
A unos meses de concluir la presente Administración Estatal, Soto espera de las nuevas autoridades que tengan el perfil para tratar este tipo de casos, como el de ellas, el de las víctimas de feminicidio y que si no les gusta su trabajo, se pongan a personas que de verdad les guste servir.
“Precisamente uno siempre les menciona que tengan el perfil y que sean afables con uno, porque vamos a comentar que las personas que están más arriba dan una orden y no la acatan la que están más abajo, por eso nosotros estamos estancadas, porque no hacen el trabajo debidamente”.
Pero aseguró que ellas siempre estarán presentes “pisándoles los talones” para recordarles los derechos que las víctimas tienen y sus familiares.