Aunque se ha hablado del paso de una caravana numerosa al país, prevén que a la región no lleguen tantos migrantes. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En la última semana el Centro Social Católico Santiago Apóstol de la colonia Santiago Ramírez de Torreón ha recibido entre 100 y 150 migrantes que están de paso por la ciudad en su viaje hacia la frontera con Estados Unidos, sobre todo originarios de Venezuela, Honduras y El Salvador.
El centro fue acondicionado como comedor para migrantes desde el pasado 25 de septiembre y se mantendrá como tal mientras continúe la crisis migratoria.
Lo anterior lo explicó el párroco de Nuestra Señora de Fátima, Rafael López, responsable de la operación de este lugar ubicado sobre el bulevar Laguna Sur 140 frente al Panteón Municipal II.
"No dejan de llegar nuestros hermanos migrantes. En estos días hemos tenido bastante presencia (de migrantes) sobre todo de Venezuela, Honduras y El Salvador... hace algunos días reporté que habían llegado más de 300 migrantes", dijo el sacerdote, quien a través de sus redes sociales ha dado cuenta de la llegada de numerosos grupos de migrantes a Torreón a los patios de Ferromex.
López comentó que, aunque se ha hablado del paso de una caravana numerosa al país, prevé que no sea una gran cantidad de migrantes los que estén llegando a la región por las diferentes rutas que han tomado esas familias de soñadores.
"Regularmente nos informan de la presencia de hermanos migrantes, pero muchos llegan a otros lados o permanecen en otras estaciones migratorias. Aquí sí llegan y llega un número considerable, pero estamos al pendiente", compartió.
El comedor atiende de lunes a domingo y ofrece las tres comidas gracias a las aportaciones que hace la ciudadanía y la feligresía de dicha comunidad religiosa.
De acuerdo con el párroco, de forma voluntaria los feligreses son los que ofrecen la atención del comedor y de la ropería a los migrantes, pues además de darles de comer se les proporciona ropa para que continúen con su viaje, además de alimento y agua.
"En los últimos días (se han atendido) entre 100 y 150 migrantes, pero regularmente son entre 50 a 60... vienen muchas familias completas, niños también", explicó.
El sacerdote descartó la posibilidad de abrir las puertas del centro para que puedan pasar la noche.
DE LA ATENCIÓN
Rafael López comentó que además de los tres alimentos y ropa, a los migrantes se les brinda atención médica.
"A veces llegan muy enfermos. El médico que nos está atendiendo nos reportó cuatro niños enfermos, uno se tuvo que internar. Llegan enfermos de las vías respiratorias por el frío que está haciendo".