
El Sol es el centro de nuestro sistema solar y calienta al planeta lo suficiente para que los seres vivos puedan desarrollarse. (ARCHIVO)
Con máximas de 43 a 46 grados centígrados, el ambiente caluroso seguirá esta semana en La Laguna, donde municipios como Torreón suman 12 días con temperaturas mayores a los 40 grados. Pero, aunque el clima de estos días ya ha sido suficiente para algunos laguneros, otros defienden su pertenencia al "team calor" y argumentan los puntos a favor.
La fuente permanente de luz y calor para la región Lagunera y toda la Tierra es el Sol, sin el cual la vida en nuestro planeta dejaría de existir.
La Organización Meteorológica Mundial ha resaltado en distintas publicaciones la importancia del Sol, una estrella como las que vemos en el cielo por la noche, pero muchísimo más cerca de nuestro hogar.
Situado a cerca de 150 millones de kilómetros de la Tierra, el Sol es el centro de nuestro sistema solar y calienta al planeta lo suficiente para que los seres vivos puedan desarrollarse, pues desde hace más de 4,500 millones de años, esta bola caliente de plasma incandescente es la fuerza que sustenta el tiempo, el clima y la vida en la Tierra.
¿QUÉ PASARÍA SI NO HUBIERA CALOR DEL SOL?
Si el Sol desapareciera, de acuerdo con expertos de la NASA y de la propia Organización Meteorológica Mundial, no nos daríamos cuenta de su ausencia de inmediato.
La luz solar tarda aproximadamente 8 minutos en llegar a la Tierra, por lo que pasaría ese tiempo antes de que notáramos la falta de su presencia. Una vez transcurrido ese lapso, nuestro planeta se sumiría en una casi total oscuridad, lo que podría desencadenar pánico a nivel global.
Además de la falta de luz, la desaparición del Sol tendría otras consecuencias catastróficas. La influencia gravitacional del Sol es fundamental para mantener a la Tierra en su órbita estable alrededor de la estrella. Sin esta influencia, nuestro planeta saldría de su órbita a una velocidad de aproximadamente 30 kilómetros por segundo. Aunque estaríamos en la oscuridad durante unos minutos, los planetas más alejados del Sol todavía reflejarían su luz, proporcionando algo de iluminación.
Sin embargo, una vez que todos los planetas se apagasen, advierten los expertos, dependeríamos de la luz del Universo, que es aproximadamente 300 veces menor que la que nos proporciona la Luna llena. Esta escasa luz sería casi irreconocible y provocaría una eterna oscuridad en la Tierra.
La ausencia de luz solar tendría un impacto devastador en la vida en nuestro planeta. Las plantas, que realizan la fotosíntesis para producir su alimento, no podrían sobrevivir sin la energía solar, interrumpiendo consigo la cadena alimenticia, ya que los organismos vivos, con algunas excepciones en los fondos marinos, dependen directa o indirectamente de las plantas para obtener energía.
La falta de oxígeno también sería otro grave problema, lo que llevaría a la muerte de la mayoría de los seres vivos, incluidos los humanos, pues, aunque podríamos sobrevivir respirando el oxígeno almacenado en la atmósfera durante unos 1000 años, la desaparición gradual del oxígeno y la cadena alimenticia nos enfrentarían a un futuro sombrío.
El frío extremo sería otra consecuencia directa de la falta de Sol. Sin su calor, la Tierra se enfriaría progresivamente. En un año, la temperatura alcanzaría aproximadamente los -50 grados Celsius, congelando los océanos y toda el agua del planeta. Este escenario desencadenaría el caos, el aislamiento y el desabastecimiento, haciendo prácticamente imposible obtener alimentos.
Finalmente, el aire se condensaría y apenas habría agua líquida. Mientras los océanos se congelan y el frío se adueña de la superficie terrestre, las regiones cercanas al núcleo planetario se mantendrían relativamente calientes, evitando que el agua se congele por completo. Durante este tiempo, la Tierra seguiría su viaje por el espacio sin rumbo, a una velocidad de aproximadamente 30 kilómetros por segundo, recorriendo distancias astronómicas en un año. En ese camino, existiría la posibilidad de que nuestro planeta se encuentre con otra estrella, lo que podría marcar el comienzo de un nuevo ciclo, pero los expertos de la NASA no han precisado un posible futuro seguro.
¿Te gustaría vivir un día sin el calor del Sol?