El fallecimiento de Matthew Perry, querida estrella de 'Friends', dejó una serie de especulaciones. Su cuerpo fue hallado en la bañera de hidromasaje en su casa de Los Ángeles, California, desatando interés debido a su histórico abuso de sustancias tóxicas.
El fallecimiento de Matthew Perry, querida estrella de "Friends", dejó una serie de especulaciones. Su cuerpo fue hallado en la bañera de hidromasaje en su casa de Los Ángeles, California, desatando interés debido a su histórico abuso de sustancias tóxicas.
A pesar de los informes iniciales de la policía que no encontraron rastros de drogas en su casa, la autopsia reveló la presencia de ketamina, un anestésico utilizado en intervenciones menores. El Departamento Médico Forense confirmó: "La causa de la muerte del actor Matthew Langford Perry, de 54 años, fueron los efectos agudos de la ketamina", clasificándola como una muerte accidental debido a la enfermedad de las arterias coronarias y los efectos de la buprenorfina, utilizada para tratar la adicción a los opioides.
En su libro de memorias de 2022, Perry compartió su viaje para dejar las drogas, una travesía que le costó 9 millones de dólares. Sin embargo, según informa el medio británico "DailyMail", encontró una manera de mantener su adicción a través de aplicaciones de citas, asistiendo a encuentros con mujeres jóvenes a pesar de tener un equipo de enfermería disponible las 24/7.
Según fuentes, Perry conocía mujeres a través de aplicaciones de citas como Raya, donde, según un informante, jóvenes de 21 a 25 años le proporcionaban drogas, principalmente Oxycontin, y obtenía sustancias ilícitas de antiguas novias. Esto plantea la duda de si alguna vez estuvo realmente limpio.
Se detalla que, durante sus encuentros con intereses amorosos, Perry solicitaba sustancias diciendo: "¿Puedes traerme algo?". Aunque afirmaba necesitar medicamentos para el dolor, se especula que los quemaba para consumirlos, ya que las enfermeras o acompañantes en su hogar no tenían los mismos permisos de búsqueda que en una institución de rehabilitación.
A pesar de momentos estables en su vida, Perry experimentaba recaídas y debilidades ante su adicción. Su libro, una narración de su lucha personal, según un testigo, fue un intento de escribir el guion de la vida que deseaba. La autopsia reveló ketamina en su sistema, aunque no relacionada con sesiones terapéuticas recientes, sugiriendo una posible adicción a la droga.
Diversas fuentes comentaron a "DailyMail" que Perry se enamoró de los efectos disociativos de la ketamina, buscando escapar del dolor de la realidad. Aunque la familia de Perry no ha abordado públicamente estos detalles, la historia sigue arrojando luz sobre los desafíos persistentes de la adicción.