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El Ministerio de Defensa de Rusia reconoció hoy la muerte de 63 militares rusos a consecuencia del impacto de un misil ucraniano contra un cuartel del Ejército ruso ubicado en la localidad de Makíivka de la región ucraniana de Donetsk, anexionada por Moscú en septiembre pasado.
“El régimen de Kiev atacó con seis misiles HIMARS producidos en Estados Unidos un cuartel temporal de una de las unidades de militares rusos en la localidad de Makíivka”, declaró el portavoz del mando ruso, Igor Konashénkov, quien afirmó que la defensa antiaérea rusa derribó dos de los seis proyectiles.
Según Defensa, “a consecuencia del impacto de cuatro misiles (…) murieron 63 militares rusos”.
“Los familiares y allegados de los militares fallecidos recibirán toda la ayuda y el apoyo necesarios”, añadió el mando ruso.
El mando ucraniano, por su parte, informó sobre este ataque en su cuenta de Facebook, al señalar que “Papá Noel empacó 400 cadáveres de cerdos rusos”, además de más de 300 heridos.