Los senadores que integran las bancadas de Morena y sus aliados del PT, PES y PVEM optaron finalmente por sesionar. (ESPECIAL)
En un ambiente de tensión, los senadores que integran las bancadas de Morena y sus aliados del PT, PES y PVEM optaron finalmente por sesionar la noche de este viernes en la vieja casona de Xicoténcatl ante la imposibilidad de hacerlo en la nueva sede de Reforma, donde la oposición acampó en la tribuna desde el pasado jueves.
Antes de decidirse por esta sede alterna, la mayoría legislativa de Morena se trasladó a Palacio Nacional, donde tuvo un encuentro con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien incluso invitó al encuentro a las llamadas corcholatas que figuran como aspirantes a sucederlo en 2024: la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el canciller Marcelo Ebrard, y el líder de la bancada guinda en el Senado, Ricardo Monreal.
En la reunión, el presidente Andrés Manuel López Obrador sentó a su lado a las cuatro corcholatas presidenciales, llamó a los aspirantes a la unidad, prometió que nadie será excluido y vaticinó que en 2024 al oficialismo le irá muy bien.
A su salida del encuentro, que duró una hora y media, el senador Monreal Ávila dijo que el encuentro fue un saludo cordial del grupo legislativo y sus aliados PT, PES y PVEM.
"Aquí estamos los senadores... allá los súbditos del Presidente".
Aun así, el arranque de la sesión del Senado, donde se preveía votar a favor del paquete de reformas aprobadas esta semana por la Cámara de Diputados, no fue fácil. Se vieron obligados a improvisar mesas en el patio central debido al madruguete de la panista Xóchitl Gálvez, quien se encadenó a la tribuna de la vieja sede ubicada en Donceles.
La senadora del PAN volvió a madrugar a todos y logró colarse en un intento por impedir la instalación de los morenistas.
Desde temprano todo fue caos en torno a la reanudación de la sesión interrumpida por los legisladores de oposición.
CRÍTICAS
Al saber de la reunión de los senadores oficialistas con el Presidente, llovieron las críticas: "Aquí estamos los senadores de la República. Allá [en Palacio Nacional] el Poder Ejecutivo y sus súbditos", resumió lapidaria la tlaxcalteca, exembajadora y senadora del PRI, Beatriz Paredes, para ilustrar desde la tribuna que se apropió la oposición lo que ha ocurrido en el Senado en los últimos días y el cónclave de López Obrador con sus huestes, con los senadores de Morena y aliados.
Horas antes nuevamente el clímax: "¡Fuera corruptos!", gritaron senadores del bloque de contención mientras el presidente del Senado, Alejandro Armenta Mier, con los brazos en alto, festejaba haber iniciado la sesión ordinaria en medio de sirenas, empujones e improperios entre morenistas y opositores en lo que es la peor crisis legislativa del Senado en las dos últimas legislaturas.
Fue el colofón de una jornada de protestas que incluyó una pijamada, velada de canciones, chistes, desfile de sudaderas y pantuflas en la toma de la tribuna luego de lo que fue calificado como traición el no cumplir de Morena con el acuerdo de nombrar a un comisionado del Inai.