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Música en un suspiro

Música en un suspiro

Henry Skeryng

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Polaco de nacimiento, mexicano por convicción y ciudadano del universo por naturaleza, Henryk Szeryng es considerado un “Hombre del Renacimiento”, por haber ampliado profundamente su espectro en su hacer aquí en la tierra y por haber traspasado las barreras nacionales, religiosas, raciales que nos destruyen como género y como individuo.

Szeryng fue ante todo un Intérprete universal. Nació en el suburbio de Zelazowa Wola en Varsovia –por cierto, el lugar de nacimiento de Chopinen 1918 en el seno de una familia que consideraba la música como un aspecto clave en la formación humana. A los 5 años su madre le enseñaba los fundamentos de la armonía y del piano, y no es sino hasta los 7 años que tiene su primer acercamiento con el violín.

El comienzo del sendero lo tuvo que realizar de forma autodidacta, hasta que Maurice Frenkel, -asistente de Leopold Auerle diera las primeras lecciones. A los 13 años ya toca el concierto para violín de Mendelssohn lo que le valdría para convertirse en discípulo del gran Carl Flash en Berlín y de la legendaria Nadia Boulanger en París —Szeryng por cierto era también un excelente pianista—.

Pero bueno ¿y dónde está el mentado Hombre del Renacimiento? Henryk no sólo se especializó en música. Paralelamente realizó estudios avanzados de filosofía, literatura, historia e idiomas. Szeryng llegó a dominar con fluidez ocho idiomas —incluyendo dos leguas muertas, latín y griego—. Esta habilidad le permitió por cierto convertirse en el intérprete oficial del Gobierno polaco en los años de preguerra y ser así un enlace clave con el gobierno en el exilio en Inglaterra.

En plena 2ª.Guerra Mundial, el virtuoso violinista viaja con el primer ministro polaco a México para realizar acuerdos sobre la admisión de polacos en tierras mexicanas. Después de haber permitido la entrada a más de cuatro mil polacos, México recibe también a uno más que, conmovido por la generosidad de los hijos del Quinto Sol, decide no sólo radicar en nuestro país, sino más aún, compartir y enseñar sus grandes virtudes. Szeryng será maestro del Conservatorio Nacional de Música y de la Escuela Nacional de Música de la UNAM.

Habiendo hecho de nuestra patria un nuevo hogar, se nacionalizará mexicano e incluso viajará en todo el mundo con pasaporte diplomático como embajador cultural. Pero su pasaporte diplomático no será la única credencial que lo acreditaría con lo mexicano. Szeryng presentaría en su repertorio violinístico la obra de ilustres compositores mexicanos encabezando la lista Manuel M.

Ponce quien le dedicara su único concierto para violín, en donde por cierto se sugiere de forma sutil y elegante, casi indescifrable, el tema de “Estrellita” en el segundo movimiento. Revueltas, Chávez Galindo, Halffter, Julián Carrillo y Mabarak entre otros, fueron los creadores que el polaco se encargó de interpretar y presentar al mundo. Szeryng fue un gran exponente de la confraternidad universal, yendo más allá de las “etiquetas” socio-culturales, pues en su diario quehacer hermeneuta, se dio cuenta que los seres humanos en realidad somos uno. Siempre respetó el sentir ajeno, siendo un apasionado defensor de la paz y del entendimiento entre los pueblos. Szeryng nos enseñó a hacer del arte una religión y del artista un Mesías, pues en su percepción yace un elemento seminal de existencia. Por ello, el acto de interpretar sea algo ineludible para la naturaleza humana, ya que nos hace “ser” para nosotros mismos y para los demás. Música en un suspiro.

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