(JOSÉ DÍAZ / EL SIGLO DE TORREÓN)
El impacto del fenómeno ‘nearshoring’ se hizo presente en el último balance comercial del mes de mayo, donde destaca un alza considerable en el apartado referente a los bienes de capital del 24.1 % interanual, así lo muestra un estudio realizado por SigloDATA, de El Siglo de Torreón, con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En mayo, el país registró un déficit comercial de 74 millones de dólares; la cifra se compara con el déficit de 2 mil 256 millones de dólares del mismo mes del año pasado. De esta manera, México acumuló un déficit comercial de 6 mil 382.1 millones de dólares de enero a mayo de 2023, representando una reducción interanual del 27.6 %.
Solamente en el mes, las exportaciones totales fueron de 52 mil 860.4 millones de dólares, siendo un monto superior en 5,8 % en su comparación interanual. Por otro lado, las importaciones sumaron 52 mil 934.5 millones de dólares durante el mes de mayo, siendo un 1.4 % adicional respecto a mayo de 2022.
En el apartado de las importaciones, los bienes de capital destacan al acumular 28 meses seguidos de crecimiento en el indicador, 27 de los cuales reportaron tasas a doble dígito, contrastando con el periodo inmediato anterior de 24 meses seguidos de caídas, donde 19 de ellas fueron a doble dígito. De igual manera, México superó por primera vez el nivel de los 5 mil millones de dólares en solo un mes.
Al hablar de bienes de capital, se hace referencia a aquellos artículos duraderos producidos por el hombre que las empresas emplean para producir bienes y servicios, es decir, herramientas, maquinaria, edificios, automóviles, computadoras y equipos de construcción se consideran bienes de capital. El ver un aumento de los pedidos y envíos de bienes de capital refleja que las empresas están en la espera de más demanda y de que la economía crecerá.
En primer lugar, la economía mexicana se ha beneficiado por la relocalización, atrayendo capitales productivos alternativos a Asia, y a medida que crecen estas inversiones, se incrementa la base productiva de México, la cual va ligada en gran medida al comercio internacional.
CHINA APUESTA POR PRODUCIR EN MÉXICO
Un ejemplo reciente del espectro ‘nearshoring’ viene del continente asiático, ya que China ha impulsado durante el último año el traslado de sus cadenas de producción al territorio mexicano al alquilar 5 millones de metros cuadrados de naves industriales por parte de más de 100 empresas, de acuerdo las dependencias de cada país.
De acuerdo con expertos, la tendencia de relocalizar las cadenas de provisión es resultado de la batalla comercial del mercado chino con el de Estados Unidos y los potenciales beneficios que ofrece el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), lo cual hace al territorio mexicano un lugar atractivo para anclar las cadenas de producción.
“México, con una posición geográfica estratégica y el T-MEC, así como tratados comerciales con países de América Latina, se ha vuelto el objetivo de inversión para el gigante asiático que está trasladando parte de sus manufacturas”, indicó Susana Muñoz, directora de la Cámara de Comercio México-Hong Kong.
Las ciudades que se verán más beneficiadas por el “nearshoring” son Monterrey, Saltillo, CDMX, Tijuana, Ciudad Juárez y Querétaro.
FRAGILIDAD EN EXPORTACIONES EVIDENCÍA LOS EFECTOS NEGATIVOS DEL SUPERPESO
La apreciación del peso mexicano en el mercado de divisas y un bajo dinamismo en la demanda mundial, se han reflejado en los resultados mixtos que arrojaron las exportaciones mexicanas en mayo, las cuales están en riesgo ante el avance del superpeso frente al dólar.
Si bien el valor de las exportaciones mexicanas creció 2.8% en mayo, compensando parte del retroceso de 2.9% visto en abril, la mayor parte de ese aumento se concentró en las ventas manufactureras automotrices, con una subida del 19.7.
Por otro lado, las exportaciones de manufacturas no automotrices se contrajeron el mes pasado 3.4%, siendo la mayor caída mensual desde octubre de 2022, a lo que los especialistas ven cómo una señal de debilidad del sector al corto plazo.
Los economistas señalan que no se pueden descartar los riesgos externos pese al buen comportamiento de las exportaciones en el mes, ya que una recesión en EUA, controversias comerciales que impliquen aranceles en los productos mexicanos, o la apreciación del peso mexicano aumentan las probabilidades de que se complique el panorama para el comercio exterior.
Especialistas señalan que estos factores se reflejarían al final de 2023, ya que, si el peso mantiene su fortaleza frente al dólar, se presenta el tema de una menor demanda, debido a que las empresas extranjeras verán un encarecimiento de los productos mexicanos y voltearán a ver a otras naciones en busca de una mejor oferta.