Es debajo de unos pequeños árboles donde se queda su camioneta estacionada, (GUADALUPE MIRANDA)
Ni las altas temperaturas, ni la lluvia y mucho menos el granizo, detienen a don José Luis Valenzuela Soto, quien a sus casi 75 años pasa ocho horas o más ofreciendo sus sandías, melones y carteras de huevos en la esquina de Belisario Domínguez y avenida Chihuahua en Ciudad Lerdo.
Desde las 10 de la mañana, llega en su camioneta, pero no la conduce él, sino otro familiar, pues su vista no le permite hacerlo, por lo que pide que lo lleven a la esquina, que ha sido su lugar de trabajo.
Es debajo de unos pequeños árboles donde se queda su camioneta estacionada, ahí exhibe su mercancía traída desde el vecino municipio de Matamoros, de la producción de uno de sus sobrinos.
Don José Luis, cuya piel luce curtida por el Sol, solo porta una cachucha para cubrirse de los intensos rayos, que se mantienen durante toda su estadía en esa esquina, que ha tomado desde hace años, salvo el año pasado que dijo, pues no pudo hacerlo.
Para este hombre quien el 3 de agosto cumplirá sus 75 años de edad, solo hay dos días de descanso, los días de quincena, el resto, acude aunque llueva, relampaguee, e incluso granice.
Y es que recuerda que aquel sábado 13 de mayo, cuando la caída de granizo sorprendió a todos los laguneros, sobre todo a los de Gómez Palacio y Lerdo, él se encontraba laborando, y para protegerse de las bolas de hielo, subió a la camioneta para protegerse y esperar a que todo terminara. “El día del granizo estaba dentro de la camioneta, aquí me la pasé”, comentó.