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Más que medidas de seguridad, Silvia Ortiz, fundadora de Grupo Vida, pide castigo y medidas ejemplares en contra de los elementos de la Policía Especializada de Coahuila (PEC) que los agredieron el pasado 19 de noviembre en un retén en Torreón.
“Yo no quiero que los cambien de lugar, eso no quiero porque no se trata de que los muevan de aquí para allá y van a seguir siendo así, no se detuvieron con una mujer adulta y no se detuvieron con los jóvenes y eso le tocó a Silvia, pero Silvia también es ciudadana, y esta ciudadana es la que está reclamando que ya basta las agresiones”, pidió Ortiz, quien terminó con un esguince cervical tras los golpes recibidos.
Exigió que las autoridades de seguridad trabajen bajo el debido proceso, “no deben de andar golpeando a medio mundo”.
Esto luego de que a dos días de que fueran agredidos, su hijo fuera nuevamente sorprendido por uniformados el pasado martes, mientras arreglaba una motocicleta, pese a las recomendaciones que hiciera la Fiscalía del Estado, para protección tanto de la familia de Ortiz, como de la antropóloga de origen estadounidense, que también resultó agredida.
Silvia Ortiz comentó que ese mismo domingo presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC), por tortura, privación de la libertad, y por el tema de género al ser agredida por hombres, la cual ya fue admitida por el organismo.
“Yo voy a seguir insistiendo para tener un resultado, yo quiero castigo y el castigo no es más que, primero, que los den de baja; segundo, que haya cárcel, si quieres dos meses pero que haya una actuación ejemplar para que no vuelva a pasar, marcar un precedente”, dijo molesta.