Así sonaba en la radio de los 70s con una voz nasal y tonada pegajosa, lo que fue una de las últimas canciones de la Banda The Doors, incluida en el álbum "Full circle" lanzado en 1973. El nombre original de la canción es "the Mosquito" mejor conocida en México como "No me moleste mosquito", en esta canción y en la totalidad del álbum se nota la ausencia del líder y vocalista de la banda el talentoso y carismático Jim Morrison, que había fallecido en 1971 a los 27 años de edad.
Pero bueno "el no me moleste mosquito" de los Doors sin Morrison es una mala canción con la que sin embargo nos identificamos muchos en estos días de mucho calor y alta humedad, que favorece el crecimiento de las poblaciones de los mosquitos o como los llamamos nosotros genéricamente los moyotes, indigenismo léxico que proviene del náhuatl y que nos identifica como laguneros en otras partes del país. Aunque seguramente estamos de acuerdo en que nuestra expresión de no molestar al mosquito es mucho más vernácula e histriónica, que no viene al caso mencionar.
Las benditas lluvias que hemos disfrutado en estos días han alejado por lo menos por un rato lo que ya amenazaba con una cuarta ola de calor, pero ahora las alarmas se vuelven a encender porque se crean las condiciones óptimas de reproducción de una importante variedad de moyotes entre los que destaca el moyote del Dengue. Antes, nuestra molestia se debía principalmente a la picadura del moyote común, el cual nos avisaba con su zumbido peculiar que ya había encontrado donde picar.
Pero nuestras actividades principalmente industriales crearon la posibilidad de la invasión de otro tipo de moyotes de muy mala fama. Aclaro como pienso que se construyó el hábitat de dichos moyotes de mala nota, antes de que habláramos del cambio climático: la necesidad de calor y humedad adecuados para la reproducción de los invasores lo encontraron probablemente muy cerca de las riberas del Río Nazas. Queda claro que aquí la humedad sobra ¿pero y el calor de dónde provino? Probablemente de la termoeléctrica que se estableció muy cerca del río poco antes de que se manifestaran los primeros casos de dengue. El principal contaminante de las termoeléctricas es el calor tanto a la atmósfera como al suelo y agua con descargas de agua caliente.
Pero ahora las cosas han cambiado de acuerdo con los informes de la revista Médica británica The Lancet: los efectos del cambio climático son globales y sus impactos en la salud son cada vez peores, por un lado, los extremos de calor cada vez más frecuentes e intensos están dañando la salud de las personas tanto en países ricos como pobres, y por otro lado, la creación de ambientes idóneos para el desarrollo de insectos vectores que han aumentado la transmisión de enfermedades como el Dengue, Zika, Chikunguña y la malaria en todo el mundo.
Esto no es una exageración, nuestra región ya es un botón de muestra de lo que dice Lancet, al sur de nuestra Comarca Lagunera se realizó un muestreo consecutivo en los años de 2022 (dos muestras) y 2023 (una Muestra) de insectos en estado larvario en una localidad del Río Aguanaval y fueron llevados al Laboratorio Estatal de Salud Pública de Coahuila para su identificación taxonómica en el Laboratorio de entomología de la misma dependencia. De acuerdo con los informes L-LESP-010 del laboratorio mencionado, las tres muestras fueron positivas para Anopheles pseudopunctipennis, el cual es considerado como una de las especies del género Anopheles que transmiten la Malaria o el Paludismo como se conoce más en México.
Es importante acotar que, si bien estos resultados pueden indicar la presencia de Anopheles en la región, al igual que en el caso del dengue, es necesario un huésped con el plasmodium (agente causal), o sea una persona infectada para que pudiera transmitirse la enfermedad a otras personas. Por otro lado, para mayor seguridad es importante sumar a la identificación taxonómica la identificación molecular y continuar con el monitoreo.